Latinoamérica baila en La Habana con Ciudad en Movimiento
La Habana, 9 abr (PL) – Más de 30 representantes de ocho países de América Latina concurrieron en el XXI Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos Habana Vieja: Ciudad En Movimiento, poco antes de finalizar.
Entre ellos, destacan varias figuras y compañías que actúan por primera vez en Cuba, como es el caso de la Escuela Nacional de Danza del Sodre, proveniente de Uruguay.
Uno de los miembros de ese conjunto, Martín Inthamoussu, comentó varios detalles de su propuesta Extractos de Gardel, que -según sus palabras- consiste en tomar temas icónicos de ese famoso cantante y versionarlos en coreografías contemporáneas.
La propuesta abarca la historia y la idiosincrasia rioplatense, un poco diferente de la cubana o de los países más cálidos, explicó.
Es nuestra música representativa trabajada desde otra mirada, contando una historia apoyada en los textos de las canciones, rompiendo con la expectativa de que “si suena Gardel se tiene que bailar tango”, concluyó Inthamoussu.
El país de mayor representación, después de Cuba, es México con una delegación de 14 compañías, de las cuales dos regresan en esta edición: Signos Vitales y Transmutación Danza Contemporánea.
Otro regreso a Ciudad en Movimiento es el del Ballet Nacional Integrado Yesua Ministeriarte de Ecuador, dirigido por la bailarina y coreógrafa Maria Elena Gallegos.
Este conjunto ha sido invitado en 15 ocasiones y sobresale en el panorama regional por su preparación técnica, que abarca desde el ballet clásico hasta el folclor nacional e internacional y la danza contemporánea.
La agrupación ecuatoriana ha asumido una labor formadora de varias generaciones de artistas. Además, trabaja con personas de todas las edades, e incluso discapacitados.
Tras más de una década de asiduidad en el Festival de Danza en Espacios Urbanos, la directora de dicha compañía ve la cita como una oportunidad única para intercambiar con el público cubano y conocer su idiosincrasia.
Gallegos señaló que el programa de talleres y clases magistrales del evento resulta una de las ventajas indiscutibles, pues se dan de forma gratuita a bailarines y académicos y también a la población interesada.
“Esa es una de las cosas que más admiro de Cuba”, que aquí las artes y por tanto la danza son consideradas una profesión, a diferencia de otros países donde la cultura está en un plano secundario y muchas personas dejan de cultivar su talento por falta de recursos económicos, expresó la bailarina ecuatoriana.
