Crónica en memoria de George Floyd

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Tras el crimen por motivos raciales en Minneapolis, las protestas se multiplicaron en Estados Unidos (Foto: AFP).

Por Antonio Roberto Morgan M. (*)
(Especial para Bayano digital)
Presidente-Editor de “The Panama Intl. Times/Presencia Panameña News NYC”

Inicio este escrito en ocasión de las honras fúnebres y las reacciones de dolor e ira colectiva en unas 50 ciudades de Estados Unidos y en el ámbito internacional, tras el crimen perpetrado por agentes policiales contra el estadounidense George Floyd, en la ciudad de Minneapolis, Minnesota.

Diversas manifestaciones y protestas civiles fueron convocadas por agrupaciones de ciudadanos blancos, negros, hispanos y de otras etnias residentes en los estados y ciudades de Estados Unidos, olvidando por completo las indicaciones emitidas por autoridades de Salud, debido a la pandemia de Coronavirus (Covid-19) y el encerramiento de los habitantes durante casi tres meses.

Han sido registradas reacciones fuera de Estados Unidos, desde Reino Unido y Canadá, hasta Alemania, Francia, Turquía y otros países, algunas en repudio al incendio de vehículos particulares y de la Policía, el bloqueo de autopistas y vías adyacentes, saqueos y destrucción de vidrieras de almacenes. El conflicto desembocó en represión con el uso de gas lacrimógeno, gas pimienta, disparos y toletazos.

Sin embargo, lo que me inspira a redactar esta nota es, precisamente, el arresto del joven nefro y el ataque ejecutado por un oficial de la Policía de Minneapolis, junto con otros tres agentes que lo acompañaban. Esa escena fue documentada a través de un video en el que se observa al uniformado cuando coloca su rodilla izquierda sobre el cuello de Floyd hasta causarle la muerte en forma inhumana.

El mismo día en que era transmitido en distintos medios la ceremonia religiosa privada y familiar, realizada en esa ciudad, se desarrollaba simultáneamente en el condado de Brooklyn, Nueva York, una gran concentración para exigir el cese a los abusos policiales contra la población y reclamar el respeto al derecho a la vida.

Oficiales del gobierno de ese condado, entre ellos su presidente Eric Adams, la congresista Ivette Clarke y otros se concentraron para luego iniciar una gigantesca marcha de apoyo y simpatía con más de 15.000 participantes. La demostración fue encabezada por Terence Floyd, hermano del finado, hasta el centro de Manhattan, en la ciudad de Nueva York.

Se espera que sean realizadas otras dos ceremonias religiosas-privadas: una en Raeford, Carolina del Norte, donde nació Floyd hace 46 años, y otra en Houston, Texas, donde vivió gran parte de su vida de adolescente, hasta mudarse a Minnesota.

Como dijo el reverendo Al Sharphen, en su homilía en el santuario del Campus de la Universidad North Central, en el centro de Minneapolis: “Tuvimos que sentir el peso de la rodilla de un oficial blanco sobre nuestro cuello para exclamar: ¡No puedo respirar…!”

En otras de sus intervenciones, destacó: “Nos tomó 401 años tener que sentir este sofocamiento y falta de respiración social, económica, cultural y política, para exclamar: ¡No puedo respirar…! Sus palabras conmovieron a una concurrencia de centenares de personas que expresaron su dolor por la muerte de Floyd.

El reverendo Sharpton, reconocido por su constante participación en movimientos por los derechos civiles de los negros, tuvo una magnifica participación en el servicio en honor a George Floyd. Al mismo tiempo, pedía cambios sociales a las próximas administraciones, a favor de los afroamericanos y de otras etnias que sufren vejámenes.

Entre las personalidades y familiares que participaron en el servicio religioso se encontraba su sobrina Philonise Floyd, quien recordó gratos momentos familiares, y el presidente de la Universidad Central del North, Scott Hagan, quien resaltó las cualidades del joven desaparecido y anunció la creación de una beca en nombre de Floyd para inspirar a los jóvenes afroamericanos.

Asimismo, asistieron al acto póstumo la jefa de la Policía de Minneapolis, Madaria Arradondo, a quien le correspondió despedir a los cuatro oficiales involucrados en la muerte de Floyd, el gobernador Tim Walz, la senadora de Minnesota y ex candidata aspirante a la Presidencia de Estados Unidos, Amy Klobuchar, el representante estadounidense Ilhan Omar, el alcalde de la ciudad, Jacob Frey, los líderes de los derechos civiles Martin Luther King III y el reverendo Jesse Jackson.

Entre las celebridades presentes figuraban el actor Kevin Hart, los raperos Master P. y Ludacris, integrantes de los Minnesota Vikings, el destacado de la NBA Stephen Jackson.

La muerte violenta de George Floyd fue la gota de agua que se derramó de los vasos en Estados Unidos y otras latitudes. Ese hecho sirve de ejemplo para todos los habitantes en este país, considerado mundialmente la Cuna de la Democracia. Hoy, muchas personas se arrodillarán en silencio, durante 8 minutos y 46 segundos, el tiempo que fue apretado contra el piso el cuello de Floyd. Ese gesto ayudará a reforzar la memoria de miles de personas cuando denuncien la injusticia y digan: ¡No puedo respirar….!

* Ex director fundador de los Festivales de Cine en Panamá (1962-1984).
Ex-cónsul General de Panamá en Río de Janeiro, Sao Paulo, Santos-SP. Brasil (1984-1993).

Manifestantes en Cadman Plaza Park, Nueva York. (Foto; Celia Mendoza / VOA).

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