Por Cecilio E. Simon E.
Redacción Bayano digital
Bayano digital recoge relatos en Facebook sobre las vivencias de los niños del 20 de diciembre de 1989. No hubo reparación del daño psicológico ni material, ni la acción de los gobernantes. Hoy esos niños hechos hombres y mujeres comparten sus memorias e incluso temores.
El negocio de dos panameños, vendiendo camisetas con las palabras «Operation Just Cause»
Tere Feuillet, 9 años
Habían pasado unos días desde la invasión, era finales de diciembre y los niños del barrio, como en cada navidad, queríamos salir de nuestras casas a jugar. Calle Plank, en comparación con otros puntos de la caótica ciudad, era segura, pues estaba llena de hummers y tanquetas de militares gringos con bazuca en hombro en busca de Noriega, quien tal vez se escondía en la última casa de la calle, una de madera, grande, que Manuel Antonio le había puesto a su amante.
Salí sola de casa y me fui a jugar hacia el otro lado, el extremo de la calle que da hacia Avenida Amador, y al llegar a la misteriosa galerita de madera de la esquina (donde luego habitaron Dominos Pizza y Los Templarios) vi que por primera vez estaba abierta. Allí había dos personas, un hombre y una mujer panameños, vendiendo camisetas estampadas en rojo y azul con las palabras «Operation Just Cause» y la bandera de mi amada y lastimada Panamá junto a la del recién adquirido enemigo Estados Unidos de América. Me ofrecieron una, «tenemos de tu talla». Me habrán visto cara de gringa.
Me contaron que mandaron a hacer las camisetas el día anterior, estaban «recién salidas del horno», según ellos eran únicas y pocas, una pifia que pocos tendrían en su guardarropa. Con 9 años, indignada hasta los huesitos, les pregunté más consternada que curiosa, cómo se les ocurría vender eso y les aseguré que nadie las compraría.
Los diseños en las camisetas eran o neutrales o chistosos, pero siempre denotando un «aquí no pasa nada, todo bien con los gringos». A ningún panameño con alma le podrían gustar, y por este desierto de las áreas revertidas no pasaba nadie ya. ¡Ese negocio tenía que ser pérdida! Claro, mi punto de vista era el de acá del terruño. Ellos, mente de comerciante, vieron la oportunidad para lucrar de la desgracia de la guerra. Pagaban $20.00 por camiseta los soldados gringos que por ahí pasaban, llevándose consigo un suvenir para recordar que ahora eran veteranos de una guerra peleada contra un adversario inexistente ¿USA vs el Chorrillo?
Además de la ya adquirida impotencia ante el hecho de haber sido atacados cobardemente y sin previo aviso por el “mayullón” militar, ahora sentía rabia contra mis compatriotas que por unos cuantos dólares se vendían al rival; más que transar con ellos, sentí yo, les estaban premiando con el honor de mantener la ofrenda de amistad en pie. «Todos lo están haciendo, hay que sacar provecho y hay que comer» me explicaron los panameñitos vende t-shirt vende patria.
Desconcertada, cabreada y dolida me devolví a casa. Calle Plank estaba vacía y no había ambiente pa’ jugar. Afuera de mi puerta, un vehículo militar antagonista y sus «soldados salvadores» repartían cajas con comida deshidratada (de esa que comen ellos durante la guerra), chocolates y otros implementos. Les acepté una caja, la llevé adentro, saqué los M&M y me los comí mientras veía SCN.
Después de todo, todos lo están haciendo, hay que sacar provecho y hay que comer.
Vecinitos «grigueros» invadieron nuestra casa con el pretexto de buscar armas
Lilian, 5 años
¡El día 23 de diciembre de 1989, aquellos “vecinitos grigueros” invadieron nuestra casa con el pretexto de buscar armas y al no encontrar nada empezaron a robar y a destruir lo que no pudieron llevarse, les dispararon a las paredes, a mi mecedora, destrozaron la bandera del Partido Comunista que ondeaba fuera de la casa, empezaron a decir que quemarian la vivienda, ellos pensaron que no volveriamos más, que no regresariamos, pero lo hicimos con la mirada en alto!!!
Los GIJOE venían a matarnos.
Lilian Marissa, 5 años
Después del bombardeo en el aeropuerto Omar Torrijos (aeropuerto viejo) salimos de casa, llevamos lo que pudimos, yo alcancé a llevarme mis juguetes favoritos, mi hermano sus Legos, debíamos irnos, los GiJoe venían a matarnos, después entendí que no era un juego.
Mi padre entró al cuarto y nos dijo: tírense al suelo nos están invadiendo.
Elvia Pérez Herrera, 20 años
El 19 de diciembre de.1989 estaba estudiando para mi semestral de Derecho Constitucional. Terminé a las 11:30. Transcurrieron unos diez minutos y sentí que me tumbaban la puerta. Tal era el estruendo. Yo sabía que no eran fuegos artificiales. Encendí la televisión nacional y pude ver un cintillo que decía operación cutarra. Las ventanas del cuarto se iluminaban y una fuerte luz nos encandilaba. La invasión empezó el 19 de diciembre. Desde mi ventana podía ver el aeropuerto de Paitilla, las llamas de lo que después me di cuenta que era el Chorrillo y podía escuchar la voz en español con acento panameños quédense en sus casas. Mi padre entró al cuarto y nos dijo: tírense al suelo nos están invadiendo. …. Sé que muchos celebraban yo lloré de impotencia mientras pensaba: Dios mío, cuantos inocentes estarán muriendo. A 27 años todavía no lo sabemos. No justifico a Noriega, pero jamás podré justificar la masacre que fue la invasión.
La mayor potencia del mundo se ensañó con un país pequeño.
Zaritma Simon 10 años
Como todos los años hoy es un día agridulce. Feliz por cumplir un año más de vida, rodeada de personas maravillosas y que hacen mis días especiales. Y triste por los hechos ocurridos hace 27 años cuando la mayor potencia del mundo se ensañó con un país pequeño, pero con un corazón y dignidad enorme con la única justificación de sacar a un solo hombre, pero con el claro objetivo de usarnos como experimento de su armamento de última tecnología para su guerra en Kuwait e intentar perpetuar sus bases y mantener el control sobre el Canal de Panamá. Fueron días tristes en que en mi país asediado por la fuerza extranjera que mató a miles de panameños.
Muchos recuerdan los helicópteros sobre los techos de su casa, yo puedo decir que con solo asomarme a mi ventana los podía ver justo encima del techo de mía bombardeando el cuartel de Pueblo Nuevo, les juro que es así, con solo 10 años me tocó vivir una invasión el día de mi cumpleaños y a solo 5 días de Navidad. Que esto sirva de ejemplo y no se vuelva a repetir nunca más
Aquella sensación cuando tienes 6 años, y van a tu casa a interrogar a tu mamá por el paradero de tu papá
Francisco Porras, 6 años
Invasión de EEUU a Panamá: Fue el 20 de diciembre de 1989 a las 00 horas. Los estadounidenses la llamaron Operación «Causa Justa» pero hubo de todo menos justicia. Miles de personas murieron, la gran mayoría de barrios humildes; algunos nombres que la historia ya olvidó. Es aquella sensación cuando tienes 6 años, y van a tu casa a interrogar a tu mamá por el paradero de tu papá, el Mayor Francisco Porras. Mi señora madre no sabía nada, hacía años que no estaban juntos, pero eso no les impidió dar vuelta toda la casa buscando evidencias. Recuerdo pensar que no iba a volver a ver a mi papá con vida, el ruido de los helicópteros y aviones militares sobrevolando mi ciudad y las imágenes de muertos y tanques de guerra en el horizonte de la Bahía de Panamá. Ese día concluí que vivimos en un mundo injusto y que jamás quería volver a sentirme indefenso…
Luego el bombardeo ese sonido lo recuerdo como si fuera ayer
Yaizeth, 9 años
Yo me levante asustada porque pensé que mis papas se habían quedado dormidos y me dice no acuéstate que no tienes clase, pero era imposible volver a conciliar el sueño ya que sonaba como una “yacama” (jack hammer) creo que se llama así cuando rompen la calle así era el sonido inicial y luego el bombardeo ese sonido lo recuerdo como si fuera ayer, las barricadas en la calle, los turnos para cuidar la calle, etc etc tenía 9 años, pero lo recuerdo clarísimo.
Y fui custodiada por un militar armado, hasta para ir al baño.
Sharon Alemán, 20 años
20 de diciembre, un día para reflexionar, para conmemorar la invasión que fuera denominada «Operation Just Cause», por quienes la promovieron; un hecho que no debió ocurrir y que nunca se debe repetir.
Que descansen las almas de todos los que fallecieron y que hayan encontrado paz las víctimas que sobrevivieron.
Muchos de ustedes no conocen que, como consecuencia de ese día, con sólo 20 años de edad, tuve varias de las experiencias más impactantes de mi vida.
En esa época, pude ver y sentir, personalmente, lo insensibles y crueles que pueden ser los humanos, quienes, sin estar libres de pecado, hicieron fila «para tirar la primera piedra»; y, por otro lado, pude conocer, de viva voz, el testimonio de terror y dolor de lo que padeció gente buena, residente de El Chorrillo.
Entre varias de las situaciones que, sin causa justa, enfrenté y «me sacudieron», mientras conducía, en la calle, fui interceptada y encañonada, junto a una de mis hermanas y mi padre, por nacionales, vestidos de civil, armados con pistolas. En mi casa, fui encañonada, junto a algunas de mis hermanas, tías y abuela (estas últimas, adultas mayores), por varios individuos identificados como militares de los Estados Unidos de América, con armas de alto calibre; y custodiada por un militar armado, hasta para ir al baño; militares que se llevaron todo lo que quisieron de nuestra casa, en fundas de almohadas, e incluso «modelaron» lentes de nuestra propiedad, mientras se retiraban.
¡No se puede, ni se debe olvidar! Se perdieron y afectaron vidas.
Fue vivido, está grabado en la memoria de muchos, es parte de nuestra historia; y, aunque en una forma nada pedagógica, ni didáctica; en lo personal, me condujo a aprender, a comprender aspectos de la vida, …a crecer.
¿Por qué no se exigió en su momento la reconstrucción del país por parte de Estados Unidos?
Jean Pierre, 6 años
Recordando cómo sin fuera ayer cruzaba la calle a vestirme a casa de mis abuelas aproximadamente a las 6:35 de la mañana para ir para el colegio, cursaba yo kínder, cuando abrimos la puerta del estacionamiento miro yo el horizonte y eso veo aviones q me llamaban la atención en eso una señora q era fanática de los yankees decía ya lo vinieron a buscar y de aquí no se van sin él, sin cara de piña. En eso le dice a la madre que tengo que no me enviara a la escuela y como ella es de terca quería que fuera. Sale mi abuela diciendo que yo no ira y ese fue el fin de la discusión.
De ahí mi abuela fue al súper se llenó de provisiones por que ella sabía que esto iba a tomar días, inteligentemente compro muchos enlatados y comida seca…
Políticamente hablando mi abuela era oposición y por eso ella presentía lo que sabía. Ya a estas horas escuchaba yo los bombardeos y las alarmas que decían tomen las armas y defiendan que estamos siendo atacados por los (gringos, americanos yankees) por Estados Unidos de Norteamérica, recuerdo esto como si fuera ayer, por eso hoy me uno al duelo nacional. Pero a la vez quisiera cuestionar a esa oposición un día como hoy por que, si fuimos tomados en armas, por qué no se exigió en su momento la reconstrucción del país por parte de Estados unidos, dejamos que invadieran nuestra soberanía, por qué hasta el sol de hoy hay desaparecidos que sus familias los lloran, por que quitan una materia como lo era relaciones de Panamá con Estados Unidos donde enseñan parte de nuestra verdadera historia. Por qué los que sabían esto opositores en ese momento dejaron que nos invadieran de tal forma y por ultimo quisiera cuestionar por qué nos utilizaron como campo de practica para prueba de armas.
Aun siento yo que se puede exigir el pago de la deuda de reconstrucción de Panamá o exoneración en la deuda externa por el monto más los intereses en ese momento, así como paso con Alemania en la primera guerra mundial que luego Hitler cancela el pago y se paga décadas después por qué es un tratado internacional. Y de este día puedo hablar mucho, pero quería hoy en particular dejar claro la ineficiencia de aquellos gobernantes de esas épocas. Llaman a Endara el padre de la neo democracia pero que mérito tiene en la balanza cuando nos endeudaron y todo por estrategias de Billy Ford aquí les dejo para que se investigue más y eso si les quiero decir 27 años de la invasión de Panamá por Estados Unidos #prohibidoolvidar
A los 10 años deje de creer en la Navidad
Fran Herrera, 10 años
A los 10 años deje de creer en la metafísica. Aprendí sobre la finitud de las cosas y la mortalidad.
A los 10 años por primera vez sentí que es tener el corazón roto y un profundo miedo por no volver a ver a mis seres queridos, mis lugares favoritos o abrir los ojos.
A los 10 años deje de creer en la Navidad. 27 años más tardes esa herida compartida sigue latiendo.
Esto es historia de Panamá para mostrarles a las nuevas generaciones lo que realmente pasó.
Isaac, 12 años
20 diciembre de 1989 tenía 12 años, cuando el sonido de las bombas en la madrugada anunciaba la invasión de estados unidos a Panamá. Acabar con la dictadura Militar de 21.
¿Pero era necesario tanta fuerza militar a un país tan pequeño, donde no hay formación militar de carrera? la historia no escrita, el gran tabú de los últimos gobiernos.
Señores esto es historia de Panamá, aunque no lo quieran escribir en los libros y mostrarles a las nuevas generaciones lo que realmente pasó.