Por Juan Carlos Calzadilla Carrera
Ingeniero Civil.
En las postrimerías del la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP 28),que reúne a los representantes de países del orbe para evaluar el clima y sus consecuencias presentes y futuras, la agenda privilegió las repercusiones en la producción de alimentos, los sistemas productivos y la adecuada gestión del recurso agua en el ámbito global.
Se sabe que más del 80% de la producción de alimentos en el mundo, es producido por la agricultura familiar. Asimismo, se debate cómo la producción de monocultivos y la utilización de agrotóxicos afecta a la disponibilidad de los alimentos, adicionalmente a los problemas generados por el cambio climático.
En la actualidad, los expertos hacen énfasis en la importante responsabilidad de la gestión del agua y sus consecuencias en la producción alimentaria en todo el planeta Tierra.
Según datos suministrados por las Naciones Unidas, cerca de 2.000 millones de personas no tienen acceso al agua potable, el líquido esencial para la vida y la producción de alimentos.
Además, según datos de la Organización de Naciones Unidas, al menos el 50% de la población mundial sufre escasez de agua una vez al año.
Otro dato muy importante confirmado en ese cónclave, es que para 2030, sólo a siete años habrá un déficit mundial de agua del 40%, lo que afectará la producción de alimentos, la salud y la gestión de fuentes hídricas vitales para el desarrollo de las actividades económicas.
Los debates científicos y políticos se centran en los efectos del Cambio Climático y la gestión de los recursos hídricos por parte del los seres humanos.
Es importante que los debates sobre el efecto del fenómeno “Gases de efecto Invernadero “, no sólo hayan apuntado a la disminución del uso de combustibles fósiles, sino también al uso dé agrotóxicos, el aumento de la frontera agrícola (Brasil) y la producción intensiva de monocultivos.
Panamá tendrá que abrir un gran debate sobre ese tema, en el caso del “Canal Interoceánico”, “Soberanía Alimentaria “, “Generación Eléctrica”, “Conservación Ambiental “, “Cuidado y manejo eficiente de los ríos y fuentes de agua”.
Esos asuntos son vitales para el futuro próximo en este país. Postergar el debate con la academia, las comunidades, los productores nacionales y las universidades, tendría consecuencias negativas.