Declaración del día de la tierra
Hoy, 30 de marzo de 2018, el asesinato de 15 palestinos y más de 1500 heridos, la mayoría de ellos por medio de munición real, es el saldo trágico del primer día de la Marcha del Retorno que el régimen de Israel le impone a la Humanidad en este nuevo Viernes Santo, como si reeditara en esos mártires la Pasión de Jesucristo, 2018 años después de ocurrida.
Si bien no es sorprendente esta actitud de las Fuerzas de Ocupación Israelí que actúan bajo mandato directo del poder político de turno del Estado de Israel, como brazo ejecutor de una política de limpieza étnica desembozada que continúa después de 70 años en contra del pueblo palestino, creemos que es tiempo que la comunidad internacional, a través de su máximo organismo de representación, la ONU y su Consejo de Seguridad, pongan un freno a la barbarie israelí que, no conforme con haber transformado a Gaza en la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, la ha transformado también en un grotesco e inhumano “coto de caza”, cuando se trata de asesinar palestinos, a quienes les ha trastocado su vida cotidiana en un infierno, bloqueando el paso de alimentos, medicinas, combustibles, insumos médicos, de infraestructura, obligándolos a beber agua no apta para para consumo humano y sometiéndolos a toda clase de humillaciones.
Es hora de que la Humanidad en su conjunto diga basta. Es tiempo de terminar con la mirada benevolente hacia un estado que –como Israel- extorsiona a la humanidad de manera permanente justificándose en un eterno “peligro existencial”, cuando en realidad no es otra cosa que una excusa para continuar la ilegal ocupación de Palestina, promovida desde el propio estado y graficada hoy en la grotesca presencia de más de 600 mil autodenominados colonos, que no son otra cosa que la avanzada para usurpar tierras, destruir sembradíos y continuar con la expulsión de los dueños originarios de ese territorio que conforman Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental, destinada a ser la capital del futuro Estado de Palestina.
Hoy, honramos a nuestros mártires caídos bajo las balas de la ocupación criminal, y consolamos a sus familias a la distancia. Que sean también reconfortados los heridos porque cayeron en medio de su justa lucha. El derecho a retorno es inalienable a las aspiraciones del pueblo palestino, consagrado a través de la Resolución 194 de la ONU, el 11 de diciembre de 1948.
Palestina vive en el corazón de los hombres que aman la justicia. Y desde la COPLAC, convocamos a todos los gobiernos y organizaciones de América Latina y el Caribe, a manifestarse contra la barbarie y a expresar su más enérgica condena al gobierno de Israel, único responsable por la pérdida de vidas, de hogares y de familias enteras que buscando su futuro, solo han encontrado balas, muerte y represión.
VIVA PALESTINA LIBRE
América Latina y el Caribe, 30 de marzo de 2018
