Comisión investigará invasión de EE.UU. en 1989
- El presidente de la comisión, Juan Planells, manifestó que el organismo fue convocado por “la necesidad de una búsqueda histórica” y para evitar la pérdida de la memoria colectiva.
(Redacción de Bayano digital)
Tras 27 años, el estado panameño decidió, por fin, instalar una Comisión integrada por figuras independientes para investigar la invasión de Estados Unidos a Panamá, iniciada a en 1989, bajo el pretexto de luchar contra las drogas y deponer al gobierno del general Manuel Antonio Noriega.
La vicepresidenta y canciller panameña Isabel de Saint Malo puso en funciones oficialmente a la Comisión 20 de Diciembre de 1989, que investigará la agresión bélica “Just Cause” (Causa Justa), que Washington lanzó contra Panamá y que terminó con el derrocamiento de Noriega, pero también con la vida de civiles inocentes y la destrucción masiva de edificios y propiedades.
De Saint Malo precisó que la comisión, presidida por Juan Planells e integrada por cinco profesionales destacados, “buscará otorgarnos esa memoria histórica tan necesaria, para que un suceso como el ocurrido jamás vuelva a suceder en Panamá”.
La canciller admitió que “no puede haber reconciliación (entre los panameños) si no se conoce la verdad” sobre la invasión, dijo la canciller. Su planteamiento fue compartido por Olga Cárdenas, dirigente en el barrio mártir de El Chorrillo, quien confesó a Bayano digital la pérdida de vecinos y amigos, a quienes jamás ha vuelto a ver desde que esa comunidad fue bombardeada e incendiada.
El organismo que fue instalado oficialmente, concluirá su trabajo en dos años, pero un primer informe deberá ser presentado el 20 de diciembre de este año.
De Saint Malo añadió que la comisión tendrá entre sus objetivos determinar la identidad y el número de víctimas. Asimismo, estudiará la propuesta de declarar un Día de Duelo Nacional el 20 de diciembre, y la creación de monumentos conmemorativos y de la memoria, para recordar a los caídos.
Además, deberá recomendar propuestas de reparación, con apoyo de expertos en derecho internacional, e iniciar los estudios para una eventual propuesta curricular sobre los hechos acaecidos.
Durante la invasión, muchos cadáveres fueron enterrados en fosas comunes, cremados o desaparecieron tras los combates. Estados Unidos volcó contra Panamá a unos 26.000 soldados de las unidades de elite, de los comandos navales, del ejército y la 82 División Aerotransportada desde Fort Bragg, Carolina del Norte.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos probó contra los panameños un armamento de última generación, como los bombarderos furtivos F-117 Nighthawk o los helicópteros de combate AH-64 Apache. El ejército estadounidense encerró a miles personas en campos de concentración y envolvió a la Ciudad de Panamá en alambradas.
Organismos de derechos humanos estiman que más de 3.000 civiles y militares murieron durante la invasión estadounidense, que se concentró en las ciudades de Panamá y Colón. Barrios enteros ardieron a causa de lo bombardeos, en los que Estados Unidos usó armamento sofisticado y letal, para causar desolación.
El presidente de la Comisión, Juan Planells, manifestó que el organismo fue convocado por “la necesidad de una búsqueda histórica”, para saber dónde están los cuerpos de las víctimas, muchos de ellos arrojados a fosas comunes sin identificación alguna durante la ocupación militar extranjera.
“Hay que investigar en ese pozo negro de nuestra historia”, señaló tras anunciar que también será creado un registro único de personas fallecidas, en un portal electrónico oficial. Se recurrirá además a archivos desclasificados, incluso fuera de las fronteras del país, para compilar valiosas informaciones.
También participarán en la tarea distintas iglesias, añadió Planells, lo que permitirá un «patrón imparcial» de registro.
“Siempre planteamos la necesidad de buscar información sobre la invasión de Estados Unidos a Panamá”, manifestó el sacerdote Conrado Sanjur, dirigente de la Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá (Copodehupa).
No obstante, resaltó que “falta desarrollar un enfoque sobre la afectación de todo el pueblo panameño” pueda sanar esas heridas. Ello debería incluir a las personas lisiadas, con traumas, y a quienes perdieron todo en furiosos ataques en varias ciudades en ese país.
La presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Caídos del 20 de Diciembre, Trinidad Ayola, resaltó que la integración de la Comisión representa “un paso adelante” a favor de la verdad , de posibles demandas de reparación de daños y de las reclamaciones de quienes merecen el reconocimiento por haber defendido la integridad territorial de Panamá.
Ayola comentó que durante años los huérfanos de los panameños y panameñas caídos en la invasión en 1989, no han tenido la oportunidad de llevar flores a la tumba de sus seres queridos, muertos en los bombardeos de la aviación estadounidense, simplemente porque fueron desaparecidos.