Por David Carrasco
Director de Bayano digital
Los movimientos sociales que mantienen un paro general en la caribeña ciudad de Colón, apuestan por una salida a la crisis socioeconómica, a través de la mediación del obispo católico Rómulo Emiliani, un promotor de la paz regional, quien se ha destacado internacionalmente por su predica a favor de los pobres y los excluidos.
La decisión del movimiento popular fue confirmada a Bayano digital por Edgardo Voitier y Román Macías Castillo, dirigentes del Frente Amplio Colonense y la Coalición por la Unidad de Colón, durante una visita informativa a las oficinas de este medio alternativo.
Voitier manifestó que el 28 por ciento de la población desempleada exige respuestas serias y la presencia de un mediador con prestigio, que sirva de garante del cumplimiento de acuerdos a los que se podría llegar con el gobierno del presidente Laurentino Cortizo, cuestionado por el manejo político de la situación en Colón.
Recordó que Emiliani, un religioso con una larga trayectoria en la acción pastoral de la iglesia católica a favor de comunidades indígenas oprimidas, es colonense de nacimiento. Sostuvo que el obispo fue mediador entre el gobierno hondureño y las maras en ese país centroamericano del llamado “Triángulo Norte”, donde hay una espiral de violencia y una profunda brecha entre ricos y pobres.
De acuerdo con Voitier, el gobierno del presidente Laurentino Cottizo debería hacer una lectura correcta del nivel de resistencia del pueblo de Colón, que exige justicia y desarrollo humano y social. Remarcó que “en Panamá, todos ven con simpatía la figura de Emiliani”, quien sigue la senda de justicia social, humana y ambiental del Papa Francisco y está dispuesto a contribuir al entendimiento.
Añadió que “estamos a la espera de la respuesta del gobierno frente a la iniciativa de reconocer a un mediador con el rango de garante, que contribuya a promover soluciones serias del Estado” en una ciudad paralizada a causa de las intensas protestas callejeras.
Reconocido como un duro crítico del proceso de gentrificación urbana en la ciudad de Colón, Voitier adujo que pese a sus constantes llamados de justicia, el pueblo colonense percibe en este momento crucial la falta de voluntad de representantes oficiales, desinterés en privilegiar las demandas de reactivación económica y ausencia de sinceridad gubernamental para derrotar la equidad.
Advirtió que diversas instalaciones hospitalarias, centros culturales y terminales de transporte se derrumban en Colón, mientras que la población se ve cercada por la trampa de los elevados precios de los alimentos y los combustibles, que encarecen la vida en medio de la carestía y una incredulidad creciente respecto a las instituciones públicas.
“Aquí no se levanta el paro hasta que el gobierno nacional de muestra sinceras de resolver el problema”, puntualizó Voitier en su llamado acoger el clamor popular y la designación de un mediador y garante aceptado por todas las partes.
A su vez, Román Macías Castillo manifestó que la población en Colón decidió mantenerse en paro, porque han llegado a la conclusión de que “es mejor morir luchando con dignidad, que perecer de hambre” en un país en el que se amplía la brecha de la desigualdad.
El dirigente señaló que es inconcebible que Colón es la provincia que más contribuye a la formación del Producto Interno Bruto de Panamá (PIB), pero, al mismo tiempo, es la más esquilmada por multinacionales y grupos económicos sin escrúpulos que succionan sus riquezas portuarias, energéticas y mineras.
Macías Castillo criticó la actitud de agentes policiales que en actitud soberbia disparan gases lacrimógenos contra educadores que apoyan al paro, en vez de asumir una actitud de respeto hacia los ciudadanos quienes reclaman en las calles el derecho al trabajo digno y a una vida decorosa.
Detalló que agentes de Tránsito han incurrido en la ilegalidad de secuestrar autobuses cuyos propietarios de han sumado al paro, y luego trasladan esos vehículos a la ciudad de Panamá. Estimó que ninguna de esas medidas de fuerza intimidará a los colonenses adheridos en forma militante al paro general.
Sin embargo, confirmó que “no hay marcha atrás” en ese escenario, porque la población sigue en pie de lucha y exige genuinas y efectivas respuestas a un pliego con más de 70 demandas sometidas a la consideración del Órgano Ejecutivo desde hace varios meses.