El torrijismo sigue vigente

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    Omar Torrijos en el Canal de Panamá.
    Bayano digital ofrece a sus lectores este documento de análisis que respaldan diversas organizaciones sociales en la Ciudad de Colón, en coincidencia con el 38 aniversario de la desaparición física del general Omar Torrijos, acaecida en 31 de julio de 1981.

    Torrijismo: método de trabajo para consolidar el país

    El Partido Revolucionario Democrático (PRD) surgió y se desarrolló como resultado de la voluntad colectiva y de la necesidad histórica de amplios sectores de la sociedad panameña. Fue creado y dirigido por el general Omar Torrijos, y por quienes participaron en la lucha patriótica contra el colonialismo, por la justicia social y la redención de la gente humilde.

    Hasta ese momento, era un partido político diferenciado de las corporaciones oligárquicas, electoreras y clientelistas. Pero, luego la desaparición física de su fundador, en 1981, y tras la invasión de Estados Unidos a Panamá, en 1989, el PRD pasó momentos difíciles como los que atraviesa en estos momentos.

    En el 38avo aniversario de la desaparición física de Omar Torrijos, los revolucionarios de compromiso y los torrijistas de propósito que lo acompañaron en la construcción de una PATRIA con justicia y equidad social, intentan seguir los pasos de ese líder humilde, hijo de educadores, y militar de carrera, ante la urgencia de reordenar el comportamiento social del país en medio de desafíos globales.

    El liderazgo de Torrijos contribuyó a la construcción de un bloque pluriclasista y el proceso político que privilegió la lucha por la soberanía nacional, el no alineamiento a las potencias mundiales, la autodeterminación, la movilidad social, la democracia, la coexistencia de formas de propiedad social, privada y estatal en la economía, el fortalecimiento de las organizaciones populares, la solución de graves conflictos y la capacidad para establecer consensos sobre la base de una agenda liberadora.

    “El Alpinismo Generacional” alcanzó su nivel más alto con la firma de los Tratados del Canal Torrijos-Carter, pero quedó pendiente la segunda fase del proceso torrijista de liberación nacional, el enfoque de los asuntos de la patria doméstica, la solución de problemas en sectores como educación, vivienda, salud, trabajo, recreación y deportes. El torrijismo pavimentó el camino para la revolución panameña de carácter democrático, participativo e incluyente, que es necesario completar en forma definitiva.

    El pensamiento torrijista tiene plena vigencia y es una guía para la transformación de una sociedad empobrecida. Sin embargo, el debilitamiento del proyecto original, provocado por el abandono premeditado y la división fomentada por grupos con incidencia en las esferas de poder y en la conducción del PRD, afectó la identidad de la principal fuerza motora surgida del proceso de liberación nacional en este país.

    La compleja realidad política actual induce a la recuperación del método torrijista de trabajo, para abordar los nuevos paradigmas, retos y perspectivas inéditas en Panamá. Para ello, hace falta unidad, reorganización, ganas de hacer las cosas bien, como se plantea en el Plan Estratégico, en la Visión 20-50, y la decisión de cumplir las tareas estratégicas propuestas para apuntalar al Estado.

    Movilización de las bases del PRD.

    Si el PRD no asume su papel histórico en la coyuntura, para lo que fue concebido, se corre el riesgo de ser rebasado por fuerzas opuestas al desarrollo. En la segunda fase del PROYECTO TORRIJISTA DE PAÍS, hay que promover el uso más colectivo de los bienes y recursos económicos generados por el canal interoceánico, minimizar la desigualdad, frenar la corrupción, el entreguismo y la inequidad.

    Sin duda alguna, se requiere un modelo de organización audaz para estructurar y hacer converger al movimiento social organizado y utilizar herramientas y metodologías que conjuguen una visión compartida por militantes territoriales y sectoriales. Se necesita un movimiento social de nuevo tipo, una estrategia de movilización y un discurso asociado a la ciudadanía y a las bases, para la recuperación de espacios.

    Es una verdad irrebatible que, sin la teoría revolucionaria, no hay práctica revolucionaria y menos movimientos revolucionarios. La historia reclama el cumplimiento del compromiso de retomar el método torrijista en el PRD. Eso pide OMAR, desde un punto en el horizonte, en posición de firme, con un saludo militar y la frente en alto.

    “OMAR VIVE EN EL CORAZÓN DE LOS PANAMEÑOS”.

    “ASÍ DE SENCILLA ES LA COSA”.

    Centro de Análisis e Investigaciones Sociales ANTONIO YÉPEZ DE LEÓN.

    Coordinadora VT – Colón.  31-07-2019.

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