Bancos suizos, recriminados por financiar empresas “fósiles”

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UBS y Credit Suisse han hecho cada vez más estrictas sus políticas climáticas, especialmente en el ámbito de la inversión en carbón. (Copyright 2019 The Associated Press. All Rights Reserved).

Por Matthew Allen
Swissinfo.ch

Los principales bancos suizos son recriminados por haber financiado a empresas dedicadas a los combustibles fósiles con 1.900 billones de dólares (1.900 billones de francos suizos) desde 2015, año en el que se firmó el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. En particular, los dos gigantes bancarios UBS y Credit Suisse canalizaron fondos a industrias controvertidas por 83.000 millones de dólares durante los últimos tres años, según oenegés que compilaron estadísticas sobre el tema.

Aunque cuantioso, el monto de financiación concedido por los bancos suizos palidece cuando se lo compara con los recursos aportados por otros grandes bancos globales de inversión a 1.800 empresas dedicadas al negocio de los combustibles fósiles, según el siguiente informe. Actualmente, el principal “infractor” es el banco estadounidense JP Morgan Chase, que destinó 197.000 millones de dólares a este nicho de actividad entre los años 2016 y 2018.

Estos fondos incluyen inversiones destinadas a compañías dedicadas a actividades muy controvertidas, como la fracturación hidráulica (fracking) o la minería de petróleo y gas en el círculo ártico.

Las oenegés BanckTrack, Rainforest Action Network, Indigenous Environmental Network, Oil Change International, Sierra Club y Honor the Earth aseguran que las empresas –con el apoyo financiero de los bancos– socavan el compromiso internacional que existe para evitar que las temperaturas globales aumenten más de dos grados centígrados por encima del nivel que tenían antes de la era industrial.

Pese a su férrea crítica, las oenegés conceden, no obstante, que tanto UBS como Credit Suisse han endurecido sus políticas de inversión a empresas “contaminantes”, especialmente en el sector de la explotación del carbón. Pero los autores del informe aún blanden un dedo flamígero contra los bancos suizos, a los que acusan de usar selectivamente las estadísticas para ofrecer una imagen parcial y favorable a sus intereses.

Los bancos se defienden

En sus informes, UBS afirma que identificó “cero riesgo climático significativo entre los riesgos financieros de su balance de 2018”. Y detalla que solo tiene activos por 2.700 millones de dólares relacionados con el carbón, monto significativamente inferior a los 6.600 millones de dólares que tenía en 2017. El banco destaca que hizo un esfuerzo por destinar fondos a proyectos “verdes”. Y refiere que sus “inversiones climáticas sostenibles sumaron 87.500 millones de dólares en 2018, frente a los 74.000 millones que tenía en 2017.

“Estamos limitando nuestro apetito por activos de riesgo relacionados con el carbón y hemos hecho cada vez más estrictos nuestros estándares de financiación de transacciones carboníferas, al tiempo que aumentamos nuestra presencia en inversiones relacionadas con proyectos sostenibles en materia climática”, expresó el director de Riesgos del banco, Christian Bluhm.

Por su parte, en un comunicado, Credit Suisse “reconoce la responsabilidad que tiene en la lucha internacional contra el cambio climático. Misión que realiza apoyando la transición hacia una economía de menor consumo carbónico y mayor resiliencia climática”. Durante los últimos años, el banco “ha revisado y endurecido varias veces sus políticas de financiación a industrias sensibles. Por ejemplo, desde 2016, Credit Suisse comenzó a restringir los fondos para nuevos proyectos mineros de carbón térmico y de centrales eléctricas carboníferas”.

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