Por Julio Yao
(A mi amiga de Suecia, Inger)
He cazado venados, sierpes malas,
jabalíes, lagartos y faisanes,
pero nunca soñé que sin mis canes
tendrían a una leona sin mis balas.
Estaba el Monte Kenya con sus galas.
En pantanos dormían los caimanes.
En los llanos de Tsavo, gavilanes,
jirafas, leopardos y mil alas.
Elefantes cruzaban la llanura.
Por allá, un guepardo correteaba
a unos ciervos que huían por un claro;
y en medio de la selva, en la ternura
de tu piel de leona me abrigaba
¡bajo las nieves del Kilimanjaro!
(Entre Kenya y Tanzania, el Kilimanjaro, el pico más alto de África, 1975).