Por David Carrasco
Diversas organizaciones ecologistas exigieron al ministro de Ambiente, Milcíades Concepción, que realice acciones inmediatas para frenar los proyectos depredadores que fueron iniciados durante los mandatos de los ex presidentes Juan Carlos Varela y Ricardo Martinelli.
El jurista Donaldo Sousa, de la Asociación de Derecho Ambiental, dijo que se reunió con el ministro Concepción, a quien entregó un documento con información relevante y detallada sobre las principales demandas de las organizaciones ambientalistas enfrentadas al abuso, el despojo y la depredación con fines de lucro.
Entre las peticiones de las organizaciones ecologistas figuran el rechazo al proyecto de construcción de una pista de aterrizaje en Isla Coiba, la cancelación del proyecto de construcción de una terminal petrolera en Isla Boná y la no ampliación de la Avenida Omar Torrijos en áreas protegidas del Canal de Panamá.
El principal denominador común en esas demandas es que los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) son deficientes y, en algunos casos, fueron amañados con el propósito de torcer el cabal cumplimiento de la legislación vigente para imponer un modelo de expolio, como ha ocurrido a través de la minería a cielo abierto.
“Pedimos que se revoquen toda una serie de actos ilícitos del gobierno anterior”, indicó Sousa al explicar la solicitud remitida al gobierno del presidente Laurentino Cortizo, quien en su discurso de toma de posesión evitó referirse al tema ambiental.
Al respecto, Concepción manifestó que Cortizo ha señalado que en este país serán cumplidas las normas y leyes ambientales. Con esa afirmación, el ministro pareció tomar distancia de anteriores políticas oficiales que protegían a firmas y corporaciones dedicadas al saqueo y la explotación de los recursos naturales.
Añadió que “el Ministerio de Ambiente va a actuar y decidir en derecho”, en cada querella en el ámbito ambiental, para que prevalezca la Justicia. Ello implica que quien ocasione o provoque un daño a la Naturaleza, deberá ser penalizado.
Concepción reconoció que en Panamá hay una “crisis ambiental” que muchos prefieren ignorar, pero aclaró que desde el Ministerio de Ambiente va a ser cambiado el sistema de gestión ambiental, en procura de la protección del ecosistema.
El ministro de Ambiente enfrentará durante su gestión una enorme deuda ambiental, como la destrucción de manglares, las concesiones hídricas a grupos económicamente poderosos, la tala, la minería a cielo abierto y la contaminación marino y costera.