La mexicana Alondra de la Parra, directora titular de la Orquesta Sinfónica de Queensland, en Brisbane, sabe que la música es comunicación, a todos los niveles. Ahora emprende un proyecto con DW.
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Alondra de la Parra creció en México, estudió en Estados Unidos y fundó una orquesta en su juventud. Ahora utiliza también Internet para comunicarse con su público a través de múltiples plataformas. Rick Fulker conversó con ella poco antes de lanzar su nuevo proyecto multimedia con DW: «Música Maestra”.
DW: Ud. tiene una tarea múltiple en la Orquesta Sinfónica de Queensland: es directora titular, artística, musical y directora de arte en la comunidad. ¿Qué implica todo eso y dónde le gustaría ver a su orquesta dentro de cinco años?
Alondra de la Parra: Eso se acerca a la descripción de la labor de un director musical en otros países. Sin embargo, para Australia es algo inusual. En la práctica, aparte de dirigir la orquesta y elegir programas, eso incluye también cosas como estrategia de negocios y divulgación.
En cuanto a mis metas, quiero que el mundo sepa de esta orquesta y de Brisbane. Es una ciudad maravillosa. Quiero presentar a artistas de alto nivel y aumentar nuestros programas de educación. También quiero llegar a nuevos públicos, porque a veces vemos que el público de la música clásica envejece o disminuye. Ese es un gran problema. La música clásica debería ser parte de la vida de cada uno y accesible para todos.
¿Cómo describiría el sonido de esta orquesta?
Es muy flexible y se puede adaptar a cualquier estilo. No quiero ponerle ahora una etiqueta. Eso sería limitante. Pero puedo decir que su forma de tocar es muy precisa. Vienen muy bien preparados, de modo que la primera impresión es muy buena. Tiene algo del estilo de las orquestas británicas, con un alto nivel de profesionalismo, de modo que no hay mucho que hacer en los ensayos.
¿Cómo se comunican los directores con las orquestas? ¿Principalmente en forma verbal, a través del lenguaje corporal o tal vez de una especie de telepatía?
Todo lo anterior. Hay que encontrar el mejor método en el contexto del momento. Idealmente, prefiero una situación en la que puedo mantener la conversación en un mínimo y utilizar las expresiones de mi cuerpo y mi cara.
¿Qué tiene que hacer un director moderno para comunicarse con su público?
Las redes sociales son una muy buena herramienta. Gran cantidad de gente puede ver de inmediato lo que uno hace. Y se pueden usar desde cualquier lugar. Es una vía maravillosa para llevar la música clásica al público y captar su atención. También es una vía para mostrar que uno se preocupa por el público y lo aprecia.
Recuerdo que de niña quería ir a un concierto y ver luego a los músicos tras el escenario, pero ellos no nos dirigían la mirada… Creo que debe haber un cambio de actitud. No siempre hay que hacer algo diferente, sino simplemente sonreír, para mostrarles agradecimiento.
Ahora se lanza este proyecto multimedia en DW. ¿Qué expectativas tiene al respecto?
Estoy esperando a ver qué pasa. He subido videos precisamente para mostrar cómo es la vida de los músicos cásicos tras el escenario y mostrar a aquellos talentos con los que estoy feliz de toparme. Quiero aclarar el error de que el mundo de la música clásica es para una pequeña elite. Somos gente común, que simplemente hacemos algo extraordinario en circunstancias normales.
En los últimos años, hemos observado un proceso interesante en Latinoamérica. Estoy pensando en el sistema de orquestas de Venezuela, que ha dado instrumentos y educación a niños pobres. O en una orquesta que viene de las favelas de Brasil. Y en una orquesta juvenil creada por iniciativa privada en Colombia, que acaba de estar de gira por Alemana. ¿Está el futuro de la música clásica en Latinoamérica, Asia y Australia, más que en Europa o Estados Unidos?
Pienso que puede estar en todas partes. En cuanto a los compositores, hay tantos en América Latina que no han sido descubiertos del todo y no están en los repertorios convencionales. Pero en la era de internet es más fácil tomar contacto con obras que no son tan tocadas.
Una pregunta que no puedo evitar: la administración Trump se propone levantar un muro en la frontera con México y ha fomentado en general una actitud hostil hacia los mexicanos. ¿Piensa que, si esta tendencia se mantiene, en el futuro será posible un currículum como el suyo?
Puede que yo sea una excepción, porque soy mexicana y estadounidense, de manera que pude estudiar, vivir y trabajar en Estados Unidos. Pero me parte el corazón ver las cosas que han ocurrido. No obstante, hay un consuelo. Es verdad que un presidente puede hacer mucho daño, pero hay tantos millones de estadounidenses que entienden lo que es México. Pienso que todo caerá por su propio peso. De todos modos, el mundo entero está mirando hacia México ahora, y eso me pone contenta. He estado esperando eso por décadas. La gente está mirando más de cerca la tremenda historia del país. Aunque sea en una situación ensombrecida, el sentimiento de camaradería y del apoyo de tantos países es positivo a largo plazo.
¿Puede la música contribuir al entendimiento internacional o bilateral?
Seguro. La música puede trascender a la política. En la música todo es posible.
Biografía de Alondra de la Parra
La directora de orquesta Alondra de la Parra es conocida por sus interpretaciones musicales internacionales y su compromiso con la música de compositores latinoamericanos. Colabora regularmente con orquestas internacionales de renombre como la Orquesta de París, la Orquesta Filarmónica de Londres, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín, la Orchestra dell’ Accademia Nazionale di Santa Cecilia y la Orquesta Tonhalle de Zúrich. Desde comienzos de 2017 es Directora General de la Orquesta Sinfónica de Queensland, Australia.
En la temporada 2016/2017, por primera vez, dirigió la Deutsche Kammerphilharmonie de Bremen, la Orquesta Sinfónica de Bamberg y la Orquesta de la Suisse Romande. Otros momentos culminantes de la temporada fueron su debut en el Festival Beethoven de Bonn y varios conciertos con la Orquesta Filarmónica de la BBC.
En América Latina, de la Parra trabaja regularmente con diferentes ensambles mexicanos, así como con la Orquesta Sinfónica del Estado de São Paulo, la Orquestra Sinfónica Brasileira, la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires y la Orquesta Filarmónica de Montevideo. Además, ha sido galardonada por la Orquesta Juvenil Simón Bolívar de Venezuela en varias oportunidades.
Alondra de la Parra nació en 1980 en Nueva York y se mudó junto a sus padres a México a los dos años de edad. Desde su infancia toca el piano y el chelo. En 2004, luego de completar sus estudios universitarios, fundó la Orquesta Filarmónica de las Américas. El objetivo del proyecto es hasta hoy fomentar músicos y compositores jóvenes, y otorgarle a la música del círculo cultural latinoamericano un lugar fijo en el repertorio estándar de las orquestas.
Desde 2003, de la Parra ha iniciado varios programas educativos en escuelas públicas en Nueva York y México. Trabaja en proyectos multidisciplinarios con artistas como Geoffrey Rush, Robert Redford y Gloria Estefan.
Alondra de la Parra es embajadora cultural oficial de México.