LAME DUCK PRESIDENT

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Samuel Buitrago

Samuel Benjamín Buitrago
Abogado, MBA

Ante la actual coyuntura legislativa, que es solo eso, una coyuntura legislativa, no un golpe blando como uno los quieren, debemos entender que pasa cuando un Presidente se enfrenta a la soledad de su poder a este periodo  se le  llama «Lame Duck President», un concepto anglosajón que aplica en el mundo de la política .

LAME DUCK

Wikipedia lo define como una denominación que se le da a un cargo electo , en este caso el Presidente de la República, que no es capaz de definir , guiar el ritmo de la bandada,   que lo eligió  y se convierte en blanco de sus depredadores, en pocas palabras sus adversarios políticos.

Para los politólogos existen ciertas condiciones para que se de el periodo de «Lame Duck» y estas son: primero: pérdida de mayoría legislativa,  segundo: el final del mandato constitucional y tercero:  bajos niveles de popularidad; estas variables pueden ser una o todas al mismo tiempo como es el caso del ciudadano Presidente de Panamá..

En la era republicacana post invasión hemos tenido diversas reacciones y momentos de la llegada de este tiempo presidencial:

Guillermo Endara, con su frase célebre frase me pican los pies por salir de la Presidencia, respondía primero  a la derrota en el referéndum para reformar la constitución, en donde sus adversarios ganaron dicha contienda. Segundo:  la dispersión legislativa que obviamente al no tener  mayoría  de legisladores por la  ruptura con la democracia Cristiana, vivió una temporada de eternas negociaciones con los diputados enfrentando un gran desgaste en su caudal político.

Perez Balladares, quien gana la Presidencia con mayoría legislativa,  a diferencia de Endara alargó lo más que pudo su mandato de poder real, no fue hasta la crisis del Idaan y la entrada ilegal a la universidad  en que arranco su fase de «Lame Duck» faltando pocos meses para las elecciones en donde su partido fue derrotado.

Mireya Moscoso, entendió que su mandato estaba maniatado por una mayoría legislativa, al igual que el actual Presidente,  tratando de imponer magistrados  con chantajes al órgano Legislativo, a través del entonces contralor recibiendo su primer golpe político; teniendo que reemplazar a sus propuestas originales. De  allí la crisis económica, similar a esta,  que vivía el país le adelantó un año su entrada al periodo de «Lame Duck President», obviamente había un candidato fuerte en  la oposición que le limitaba el liderazgo político real y cuyo partido  contaba con  mayoría legislativa.

Martin Torrijos, fue un buen administrador de sus tiempos políticos una vez pasada las primarias de su partido  hizo lo necesario para cumplir con su agenda  de buenas noticias, no tomando decisiones controversiales y administró su popularidad de tal forma  que no se percibiera un perdida de poder real ni que su Presidencia ya estaba en la postrimerías.

Esta actitud le permitió un traspaso de poder sin traumas pero no le permitió ser un jugador beneficioso en la contienda electoral, teniendo buenos índices de popularidad como mandatario, siendo la primera fuerza electoral del país  y una economía en un buen crecimiento, no pudo traspasar esto a su candidata.

Ricardo Martinelli, por su propia personalidad,  mando hasta entrada la campaña pero esto se debió a la fortaleza que demostraba su partido y con la posibilidad de continuar en el poder con Marta y Mimito y su política de chantaje a los poderes fácticos del país, hizo que su periodo de «Lame Duck President» arrancará al día siguiente de la elección general pero ojo como fenómeno política vivió un año de conspiraciones de esos mismos poderes fácticos.

Todos nuestros Presidentes democráticamente electos,  entraron en la fase de «Lame duck  President» entre un año y seis meses antes pero resulta que los p, en la era democrática,  son siempre los que llegan antes  al fin de su mandato político reaanameñistasl entre otras cosas: por su falta de cálculo político y por el fantasma de golpes que no existen.

En otras partes del mundo esto ocurre y es visto con normalidad por ejemplo Estados Unidos. Obama no pudo elegir un magistrado del supremo y en vez de seguir las pugnas con el congreso y el Senado prefirió enarbolar banderas reivindicativas como el cambio climático, asegurando su legado

El Presidente no  entendió el riesgo que suponía mantener las candidaturas a magistrados, y esa falta de cálculo hizo que su periodo de «LAME DUCK PRESIDENT» se adelantará, pero como un ejercicio distinto a los mandatarios anteriores no transfirió la balanza de poder a individuos o candidatos sino que se la transfirió a estructuras colectivas que son las cúpulas de los partidos políticos opositores fortaleciendo no hombres y discursos sino estructuras colectivas haciendo el ejercicio del poder opositor más democrático y sobre todo más inestable para el ya que no cuenta con un único interlocutor político, haciendo inviable cualquiera agenda gubernamental en este momento.

Nada va a salvar al Presidente de ser un «LAME DUCK» un año antes de las elecciones   por más  auditorías,  su lucha contra la  corrupción, o por más que trate de retomar una agenda legislativa; este país entro en el piloto automático electoral y peor aún,  ya la sociedad le tiene la medida como un líder poco hábil a la hora del verdadero arte de la política.

El ciudadano percibe crisis en todos lados, en un Estado sin rumbo y lo pone en la imagen colectiva de un Partido Panameñista derrotado y un Presidente sin fuelle para continuar y sobre todo desvinculado del país real, considerando este quinquenio como  perdido  en cuanto a sus temas de calidad de vida , y  comienza la búsqueda  entre los candidatos opositores al nuevo líder del País esperando que no sea otra esperanza perdida en un sistema democrático post invasión ya desgastado; En un país donde todo esta mal pero nada cambia.

 

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