Investigadora chilena busca en algas la prevención del infarto cerebral

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La Dra. Francisca Bronfman, del Centro de Envejecimiento y Regeneración, CARE Chile UC, estudia los beneficios de Gracilaria chilensis, especie de nuestras costas que se emplea para la producción de espesantes. Componentes lipídicos actúan sobre una proteína que favorece la neuroprotección. Investigaciones también se están realizando en modelos de Alzheimer y cáncer de próstata.

El Mostrador (Chile)

Algas de Chile, empleadas comercialmente para generar agar –un espesante natural– están siendo investigadas por un grupo de científicos del Centro de Envejecimiento y Regeneración, CARE Chile UC, con el fin de analizar sus propiedades terapéuticas en la protección del sistema nervioso y enfermedades como el cáncer. Francisca Bronfman, Doctora en Ciencias Médicas e integrante de este centro, lidera estos estudios, probando los efectos benéficos de extractos desarrollados a base de Gracilaria chilensis, especie que crece en nuestras costas, desde la Región de Coquimbo hasta Chiloé.

Los experimentos, realizados en modelos in vitro y animal, con apoyo de proyectos CORFO IFAN y FONDEF, están demostrado que componentes lipídicos presentes en esta alga, permiten ayudar a prevenir y disminuir daños en casos de infarto cerebral y otras patologías. “Estamos trabajando en el desarrollo de productos funcionales que puedan mejorar la salud de las personas”. Para ello, también estamos analizando sus efectos protectores en las neuronas y trabajando en la búsqueda de las moléculas activas de estos extractos, responsables de entregar protección al organismo.

Al respecto, nuestra hipótesis es que estos lípidos activan factores de transcripción llamados PPARs que modulan la expresión de genes que favorecen la neuroprotección, entregando además propiedades antiinflamatorias, comenta la científica de la Facultad de Ciencias Biológicas, de la Universidad Católica.

La científica de CARE, señala que también esperan investigar nuevos lípidos que no se han sido usados en alimentos y que podrían favorecer la salud de las personas “Nuestros estudios contienen una pregunta original que tiene aplicaciones en varios frentes, desde encontrar las moléculas activas, hasta poder realizar alimentos funcionales”.

Desarrollar estas investigaciones, con un enfoque científico más aplicado, constituye un aporte relevante al país, según explica la Dra. Bronfman: “Es muy interesante lo que estamos abordando como grupo. Esto, ya que el proyecto pretende valorizar especies endémicas chilenas, lo que puede favorecer a una serie de procesos y focos, desde el ecológico, hasta el químico natural y lo referente a producción sustentable de la materia prima. De hecho, éste es el objetivo de parte de nuestra investigación junto a la Dra. Loretto Contreras –del Departamento de Ecología y Biodiversidad, Facultad Ciencias de la Vida, Universidad Andrés Bello–, que ha permitido el desarrollo de cultivos de G. chilensis para tener materia prima estandarizada. Con esto, podemos incentivar procesos sustentables, que implican el estudio del alga, su cultivo controlado, y por supuesto, la investigación con fines biomédicos”.

La científica de CARE, señala que también esperan investigar nuevos lípidos que no se han sido usados en alimentos y que podrían favorecer la salud de las personas “Nuestros estudios contienen una pregunta original que tiene aplicaciones en varios frentes, desde encontrar las moléculas activas, hasta poder realizar alimentos funcionales”.

Alga chilena y propiedades contra el infarto cerebral

Gracilaria chilensis, conocida popularmente como “pelillo”, es un alga roja nativa que se distribuye entre la IV y X región de nuestro país. Su extracción es de tipo artesanal, y sus principales mercados de destino son Japón, Hong Kong, Argentina, Marruecos, Corea del Sur, China, Tailandia, Brasil, Portugal y Taiwán. “Una vez extraída, los pescadores chilenos la secan y luego la venden al extranjero donde habitualmente se utiliza para producir el agar, un polisacárido que se emplea mayormente como espesante”, comenta la investigadora de CARE Chile UC.

En relación a los beneficios del extracto obtenido del alga, una línea de trabajo se enfoca en la neuroprotección en casos de infarto cerebral. La especialista explica que ya cuentan con datos preliminares que muestran cómo estas sustancias previenen daño isquémico, cuando falta oxígeno. Dichos experimentos se realizan en neuronas in vitro de ratas y también en animales in vivo.

“Con estos compuestos, pensamos que es posible disminuir el daño en caso de sufrir un infarto, teniendo así un rol preventivo. Pero además nuestra idea es probar estos compuestos en animales, para determinar si estos lípidos pueden ayudar como tratamiento en la recuperación funcional, una vez que el paciente ya sufrió un daño cardiovascular. Esto podría ser utilizado en conjunto también con otros fármacos”, explica Francisca Bronfman.

Los ensayos en modelos animales de infarto cerebral, están siendo trabajados con fracciones del extracto más purificadas. “Hemos pensado en una terapia, probada primero en modelos murinos, que emula a un ser humano tomándose una pastilla. Esto, después de que tiene el accidente cerebro vascular”, comenta la científica.

El infarto cerebral es un evento de gran importancia clínica por el aumento de su incidencia a nivel mundial. Es la tercera causa de muerte en Chile y en el mundo y su prevalencia está en incremento. Los principales factores de riesgo son la hipertensión, la diabetes tipo II, un elevado colesterol y el estrés. En tanto, la isquemia a una región del cerebro ocurre cuando se produce la reducción del flujo sanguíneo hasta niveles que son insuficientes para mantener el metabolismo necesario para la función normal de este órgano, pudiendo llegar a producir la muerte de la persona si el daño es muy grave.

Considerando estos antecedentes, es que los estudios de CARE cobran tanta importancia en su potencial desarrollo clínico. Al respecto, la especialista señala que dentro de este año esperan tener mayores resultados que además le permitirán patentar esta innovación.

Efectos en Alzheimer y cáncer

Las propiedades del alga también permiten ayudar al organismo para responder mejor ante el estrés metabólico o daño en enfermedades neurodegenerativas. En ese contexto, Francisca Bronfman también está realizando colaboraciones con el Dr. Nibaldo Inestrosa, Premio Nacional de Ciencias y director de CARE. En conjunto, están explorando los efectos de estos lípidos en la enfermedad de Alzheimer. “Hay antecedentes que señalan que el extracto podría ayudar a recuperar algunos parámetros vinculados a la memoria y el aprendizaje”, añade la experta.

Además de estos proyectos, las propiedades del alga están siendo estudiadas en el contexto del cáncer de próstata, junto al académico del Departamento de Fisiología, Dr. Alejandro Godoy.

“Esta enfermedad es de alta prevalencia en hombres de edad avanzada, siendo el envejecimiento un factor clave en la patogenia de esta enfermedad, al igual que como ocurre en casos de infarto y Alzheimer.

Actualmente, estamos haciendo estudios del impacto de estos extractos en células cancerosas y como estos compuestos pueden afectar su malignidad. Creemos que estos efectos pueden estar siendo mediados a través de la activación de factor de transcripción PPARg.

En paralelo, queremos investigar los diferentes efectos en tejidos, y su rol en la protección contra la inflamación. Nuestra hipótesis es que los compuestos de este extracto poseen propiedades anticancerígenas”, señala la Doctora en Ciencias Médicas.

Laboratorio de CARE Chile UC

La Dra. Francisca Bronfman desarrolla sus investigaciones en el Laboratorio de Neurobiología Celular y Regeneración, ‒en el Departamento de Fisiología de la UC de CARE Chile UC‒. En este lugar, ella y su equipo buscan entender cómo las neuronas se comunican entre sí, para formar circuitos neuronales y cómo éstos se mantienen en el tiempo y son capaces de remodelarse en casos de daño. En ese contexto, un gran foco de la científica es el estudio de las neurotrofinas, moléculas proteicas producidas en el sistema nervioso, que promueven el aumento de la comunicación efectiva entre neuronas y su reparación en caso de daño.

Según han podido observar, un aumento de estas proteínas, ya sea por niveles hormonales, actividad física, o daño al sistema nervioso, se asocia tanto a sobrevida neuronal, como a un aumento de la capacidad plástica del sistema nervioso, proceso que sería beneficioso para la recuperación del sistema en casos patológicos o daño agudo del sistema nervioso como son los traumas o infartos cerebrales.

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