Fragilidad política y ambiental, y mediocridad

0
132

Golpeada por diversos escándalos de corrupción, que alcanzan a las esferas política y empresarial, Panamá atraviesa un camino de dificultades administrativas donde sobresale la fragilidad para lidiar con crisis en el manejo de Estado y desafíos meteorológicos que se convierten en amenazas a la gobernabilidad.

La irracional ocupación de zonas inundables, la destrucción de manglares, el desarrollo de proyectos inmobiliarios en zonas de riesgo y el acaparamiento de tierras estatales sin planificación urbana, aumentan la vulnerabilidad de este país en materia ambiental, en abierto desprecio a la sensatez.

Además, el aumento en la frecuencia de huracanes devastadores en el Caribe y la debilidad de los cuerpos de protección para actuar en condiciones extremas, representa una desventaja respecto a otros países donde es operado un eficiente sistema de adaptación a los desastres, sismos y accidentes marino costeros.

Panamá sigue sin un horizonte claro ante el fracaso del gobierno para consolidar a un Estado seguro, del que se han aprovechado sectores rapaces de la economía, mientras que miles de personas sometidas a la presión inmobiliaria habitan en áreas de riesgo y son víctimas de la mediocridad de las autoridades.

Los constantes bombardeos de mensajes de corrupción, fraude, soborno, saqueo extorsión, abusos, saqueo, impunidad y deterioro de la infraestructura pública superan a los llamados dirigidos a adecuar los sistema de protección y resiliencia nacional. Ello revela una gran desventaja sistémica para encarar calamidades.

De hecho, diversos informes científicos colocan a Panamá en una zona geográfica vulnerable al cambio climático, pero es poco lo que se ha alcanzado en preparar a la población, que carece de refugios y preparación técnica para responder en forma ordenada a la furia de la naturaleza, y todos deberían ser instruidos.

Hace falta más que caridad para enfrentar los retos del futuro. El Estado debe apelar a la gestión de recursos y privilegiar el derecho de los pueblos a reponerse de las desgracias. Es imperativo crear un Instituto de Hidrometeorología y ampliar la base de la protección civil efectiva, a favor de todos los panameños.

¡Ser solidarios nos hará más fuertes en tiempos difíciles!

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí