Fábricas y barcos, un riesgo para el hábitat del tigre de Bengala

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Tigre de Bengala.

Por Naimul Haq

DACA, 2018 (IPS) – La contaminación de Sundarbans, el mayor bosque de manglar del mundo, pone en riesgo a miles de especies marinas y terrestres, y tiene preocupados a los ambientalistas, quienes temen por el futuro del patrimonio mundial.

Los reiterados incidentes ya volcaron sustancias como sulfuro, hidrocarbón, cloro, magnesio, potasio, arsénico, plomo, mercurio, níquel, vanadio, berilio, bario, cadmio, cromo, selenio, radio y muchas más, que matan al plancton, un organismo microscópico fundamental para la supervivencia de distintas especies marinas.

El último episodio nefasto ocurrió el 14 de abril, cuando un barco con carbón se hundió en el bosque, en el área donde habita el famoso tigre de Bengala, una especie en peligro, lo que enfureció a los ambientalistas.

“Es obvio que los accidentes de barcos con metales pesados tóxicos dentro de Sundarbans tendrán consecuencias irreversibles en su ecosistema único y compacto”: Sharif Jamil.

Las autoridades ignoran en gran medida las leyes de conservación, que buscan proteger la vida silvestre en Sundarbans, un área de 10.000 kilómetros cuadrados frente a la bahía de Bengala en Asia meridional.

A los empresarios, con la anuencia de autoridades y líderes políticos, les preocupa más construir fábricas en tierras baratas alrededor del bosque que da al mar para poder importar sustancias que dañan el ambiente.

Buceadores de la Autoridad de Transporte Fluvial Nacional de Bangladesh (BIWTA) rastrearon el buque hundido y lo hallaron a más de 9.000 metros bajo el agua, pero no pudieron rescatarlo.

Ese es el tercer barco que naufraga en menos de dos años en un área ecológica sensible y con muchas zonas vírgenes.

El peor accidente mortal ocurrió el 9 de diciembre de 2014, cuando la baja visibilidad hizo que un petrolero chocara contra un carguero, vertiendo 350.000 litros de crudo al río Shela, uno de los muchos afluentes que fluyen por el bosque, donde también reside el delfín del río Irawadi.

Luego en mayo de 2017, un carguero con 500 toneladas de fertilizantes se hundió en el río Bhola, en Sundarbans. Y en octubre del mismo año, un barco con una cantidad similar de carbón se hundió en el sinuoso río Pashur, de poca profundidad.

Y cada vez que hay un accidente, las autoridades tratan de minimizar el daño diciendo que el carbón contiene niveles “seguros” de sulfuro y mercurio, sustancias que preocupan especialmente a los ambientales.

“Me da vergüenza que una declaración deshonesta del dueño, sin base científica y que falta a la verdad, cuente con el respaldo de nuestro gobierno, pues perjudica su credibilidad y pone en duda las competencias de las autoridades”, dijo Sharif Jamil, secretario de Bangladesh Poribesh Andolon (BAPA), en diálogo con IPS.

“Es obvio que los accidentes de barcos con metales pesados tóxicos dentro de Sundarbans tendrán consecuencias irreversibles en su ecosistema único y compacto”, subrayó.

“El Departamento de Ambiente tiene la responsabilidad de controlar la contaminación con el fin de sancionar a los contaminadores. No hemos visto ninguna medida en este caso particular”, cuestionó Jamil.

El carbón puede no ser tan destructivo como el crudo, pero la vía comercial en Sundarbans tiene grandes antecedentes de desastres.

Por su parte, el profesor Abdullah Harun, que enseña ciencias ambientales en la Universidad de Khulna, dijo a IPS: “Los desastres de cargueros resultan catastróficos y destructivos para la vida silvestre de Sundarbans”.

“Ya realizamos una serie de estudios titulados ‘Impacto de derrames de petróleo en el ambiente de Sundarbans’”, apuntó.

Un baro hundido tras ser recuperado en Sundarbans, el bosque de manglar de Asia meridional, en 2017. (Crédito: Naimul Haq/IPS).

“Los análisis de laboratorio muestran resultados alarmantes con grados de toxicidad en muchas especies y en las muestras de agua, los que superan a toda ficción”, explicó.

“Los más alarmantes se refieren a la pérdida de diversidad y de poblaciones de fitoplancton y zooplancton, con un papel vital en la cadena alimentaria del ambiente acuático”, añadió.

Al profesor Harun le preocupa que los embriones de las semillas de Sundari cubiertas de petróleo, descompuestas por el vertido de petróleo en 350 kilómetros cuadrados, no germinen. Los árboles de Sundari, que forman el bosque de manglar, tienen raíces especializadas que sobresalen del suelo y ayudan a los intercambios gaseosos.

“Nuestro equipo de científicos analizó las larvas de peces. Antes del desastre de 2014, había 6.000 larvas en un litro de agua, extraída de ríos de Sundarbans”, indicó.

“Tras el desastre, realizamos el mismo análisis y encontramos menos de la mitad (2.500 larvas) en la misma cantidad de agua. Y solo hablo de una especie. ¿No es alarmante?”, preguntó.

Tras el incidente, el gobierno prohibió la circulación de cargueros por los estrechos canales del río Pashur, por donde navega la mayoría de barcos. Pero se teme que solo sea una medida temporal, pues tras el derrame de 2014, se terminó levantando una prohibición similar.

Las prohibiciones que van y vienen no resolverán el problema subyacente en Sundarbans.

Cientos de personas se manifestaron en el bosque de manglar en la localidad de Bagerhat en protesta por la construcción de una central a carbón, cerca de Sundarbans, en la zona de Rampal.

Los manifestantes reclamaron el cese de la construcción de la planta de 1,3 gigavatios, ubicada a 14 kilómetros del bosque río arriba.

La rápida industrialización de la zona también es motivo de preocupación para los ambientalistas.

El Departamento de Ambiente identificó 190 plantas industriales y comerciales que operan a 10 kilómetros del bosque, 24 de las cuales identificó como “rojas”, por su peligrosa cercanía a al sitio patrimonial y porque contaminan el suelo, el agua y el aire del manglar.

El profesor Ainun Nishat dijo a IPS: “Si permitimos la circulación de barcos por el bosque, me gustaría preguntar algunas cosas como, ¿de dónde sale el carbón?, ¿qué hacemos con las cenizas volátiles del cemento y otros materiales?, ¿Cómo y dónde eliminamos los desperdicios? y ¿tenemos aguas de enfriamiento por seguridad?”.

“Necesitamos una evaluación de impacto ambiental antes de construir una planta industrial, para estar seguros antes de repetir los mismos incidentes”, añadió Nishat.

Datos de la Autoridad Portuaria de Mongla muestran que la navegación en Sundarbans aumentó 236 por ciento en los últimos siete años. Eso quiere decir que la contaminación regular que eso implica seguirá impactando el manglar, aún si se pueden prevenir los derrames.

El aumento de la navegación refleja una mayor industrialización en la Zona de Impacto Sundarbans y en el Área Ecológicamente crítica de Sundarbans, lo que, a su vez, aumentará las fuentes de contaminación terrestre, si no se atiende.

En ese sitio Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, hay varias especies de animales como gato pescador, leopardo, macacos, jabalí, zorros, gato de la jungla, el murciélago llamado zorro volador, pangolines y chital.

Además, hay pez sierra, palometa, raya eléctrica, carpa plateada, estrella de mar, carpa común, cangrejo cacerola, langostino, camarones, delfín del Ganges y distintos tipos de ranas y sapos.

Y a eso hay que sumar las 260 especies de aves como cigüeñas picotenazas, alción capirotado, ibis cabecinegro, gallineta común, gallaretas, jacana colilarga, milano negro, milano brahmán, aguilucho lagunero, francolín palustre, gallo bankiva.

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