Ing. Juan Carlos Calzadilla Carrera
Especial para Bayano digital
Los productores Nacionales levantan sus banderas de lucha, las importaciones desmedidas y sin considerar la producción nacional ha sido la gota que derrama el vaso, sin embargo esta es la punta de Iceberg.
Luego de la invasión norteamericana a Panamá en 1989, el gobierno de Guillermo Endara, junto a su ministro de Economía, Sr. Guillermo Ford, firmaron una carta de intenciones con los organismos financieros internacionales, donde Panamá se comprometía a cumplir con la instrumentación de un modelo de desarrollo sustentado en el neo liberalismo económico.
Este hecho marco un antes y un después en la vida económica, social y política del país. En este acuerdo participaron todos los partidos políticos constituidos y se dio inicio a una reedición de Panamá.
El gobierno del PRD, dirigido por el Dr. Balladares nos incluyo en la OMC (Organización Mundial de Comercio), paso importante para cumplir al pie de la letra y amarrarnos a las normas y leyes internacional del comercio mundial, bajo las cuales se regirían todos los acuerdos bilaterales y multilaterales que Panamá firmara.
Luego ya implementado este paso, en el gobierno de Martin Torrijos, PRD se creó la AUPSA, institución que realizaría los controles de las importaciones en materia alimentaria (vegetal y animal). Con esta oficina se pretendía controlar las condiciones sanitarias y de calidad de todos los alimentos objeto de importación.
Vinieron los tratados de Libre comercio, donde de manera fácil, se impuso la histórica costumbre de “Panamá sede”. Se protegió el sector terciario y no así los sectores primarios y secundarios, pues estos, en la cadena productiva, siempre han sido los más débiles y su representación en la clase política no es de peso.
Adicional el desmantelamiento de la presencia estatal formaba parte de la aplicación de la nueva realidad económica, y es así como en el caso MIDA, MICI, SALUD Y AUPSA, no cumplen su rol de regulador de la normas y leyes que deberían garantizar importaciones a su tiempo y sanitariamente supervisadas.
Hoy el vaso se derramó y las bases de los productores solicitan respeto y apuntan sobre problemas coyunturales importantes, pero no suficientes, pues la génesis del problema sigue y seguirá presente, el modelo de desarrollo aplicado salvajemente, sin escrúpulo y respeto contra más de un millón de panameños que viven en el Panamá profundo.
Iniciar la discusión por este tema ordenaría la mesa y limpiarías las dudas a los productores y consumidores sobre ¿Quiénes se benefician con un promedio de más de 1,500 millones de dólares anuales de la importación de alimentos? Sería bueno saber sus nombres y apellidos, los rubros, cantidad importada, su procedencia y, determinar si esas importaciones se realizaron ante la AUPSA, MICI, MIDA, SALUD.
Adicional es importante que los productores inicien una etapa de denunciar los tratados pactados por cúpulas corruptas, esto se dará luego de un estudio sereno y sin pasiones. La restructuración de los acuerdos es tarea estratégica, para lograr justicia rural. Cumplir esos acuerdos sería más caro para el país, la lucha es por etapas para su anulación.
Adicional es necesario una rehabilitación o construcción de la red vial de las áreas de producción, para mejorar conectividad, revisar costos de producción por rubro, al IDIAP revivirlo y realizar un trabajo que recobre la investigación para aplicar en campo. Crear un banco de germoplasma, como inicio de crear las bases de seguridad alimentaria. El crédito debe ser expedito y garantizar reactivar el sector.
Vivimos tiempos donde la verdad debe fluir sola y sin miedo.
UN PAÍS SIN INVESTIGACIÓN AGROPECUARIA, NUNCA TENDRA DESARROLLO AGROPECUARIO.
