El calipso que permanece vivo

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Calypso Joe, integrante de The Bastimentos Beach Boys y solista conocido en los escenarios de Bocas del Toro. (Foto: Daniel M. Alarco | La Estrella de Panamá).

“La Estrella de Panamá” viajó al archipiélago caribeño para buscar retazos de esta música.

Por Daniel M. Alarco
dmolina@laestrella.com.pa

A unos 600 kilómetros de la capital panameña, un puñado de islas comparten una rica historia musical: Bocas del Toro, tierra flotante, paradisiaca y fértil, que vio nacer al popularísimo cantante panameño de calipso Lord Cobra, cuya música dio la vuelta al mundo,

La matemática es la misma cuando se llega por vía terrestre desde ciudad de Panamá a este lugar musical con pasado bananero, un viaje de nueve horas en bus acaba en Almirante, donde empieza un trayecto surcando el mar hasta Bocas del Toro, un sitio que inspiró al profesor Luis Manuel Palacios Vernaza a escribir el tema homónimo, hoy considerado un himno, a puro son de calipso.

“Con el bragadá, el plantain ta /Bocas del Toro suele brindar /Qué tierra linda para turistear /Bocas del Toro suele brindar /sus lindas playas, su verde mar /Bocas del Toro suele brindar /Ritmo y guitarra para bailar /Bocas del Toro suele brindar”, son algunas líneas de la canción “Bocas del Toro” que contagian esa musicalidad tropical propia del calipso, la herencia folclórica que los afroantillanos legaron al Caribe istmeño.

Es martes y la tarde empieza a caer en un nublado Bocas del Toro. La misión es reunirnos con el profesor Palacios, quien firmará un permiso legal para que su composición más popular sea incluida en el disco que celebra los 50 años de la legendaria y ecléctica agrupación The Beachers, producido por Billy Herron, quien sellará el pacto con el profesor Palacios.

Pero había que oír calipso en Bocas primero. Había que escuchar en persona el sonido que se hizo popular durante la década de los 50 en el país, pero interpretado por un músico de la localidad, de este sitio que también vio nacer a los integrantes del grupo The Beachers, entre ellos, al líder que lo dirige todo desde los teclados, el veterano Lloyd Gallimore.

Durante nuestra búsqueda, los pobladores locales señalan una isla cercana cuando les preguntan dónde se puede escuchar calipso vivo, cantado a voz en cuello y guitarra en mano: “Vaya a Isla Bastimentos”, recomiendan; y en menos de quince minutos, un bote nos traslada a las orillas de esta isla, lastimosamente salpicada de mala fama tras el reciente asesinato de una turista norteamericana.

Nos recibe “Cody”, quien toca la churuca y dirige la agrupación de calipso local The Bastimento Beach Boys. Llevan alrededor de 25 años tocando juntos en esta isla de 62 kilómetros cuadrados, una de las más grandes de Panamá, y que cuenta con un parque nacional, manglares y la famosa playa Red Frog.

Él fue quien nos presentó a Calypso Joe, un enigmático guitarrista y cantante que interpretó un popurrí de calipsos, salsas y reggae roots.

El músico, miembro del grupo dirigido por “Cody” aunque también conocido como solista en Bastimentos y todo Bocas del Toro, alcanzó a oír un extracto del disco que prepara Herron junto a The Beachers, y no podía evitar sonreír reconociendo las canciones que han acompañado su vida isleña, y que pronto quedarán grabadas en una producción de clase mundial, que podría acercar el género al público joven e imprimir un legado en la memoria histórica local.

Calypso Joe no se queda atrás con el objetivo de grabar sus canciones. Lo ha hecho en Bastimentos en Nido Studio con Luigi Campana, pero “Cody” y él desean grabar el disco de The Bastimento Beach Boys, para inmortalizar ese calipso que aún permanece a flote en Bocas del Toro.

El calipso revive en CD

Dos trabajos discográficos están en producción

El que está pronto a salir es el disco del 50 aniversario del grupo The Beachers.

Otro álbum de este género está siendo producido por Yigo Sugasti, de la Fundación Tocando Madera.

En el camino aparece el hijo de “Cody”, quien trabaja como DJ en los recintos nocturnos de la isla, y su otro hijo dice dedicarse al rap. “Aquí, en Bastimentos, todos tienen un poco de talento para tocar música”, sugiere “Cody”, quien no se quita las gafas de sol.

Él y Calypso Joe se despiden de nosotros poco antes de que caiga la noche y advierten que la siguiente visita debe ser un lunes, cuando celebran en esta isla los famosos “bluemondays”, un evento en el que suenan ritmos caribeños, de antaño y contemporáneos, una tradición que proviene de los antepasados que trabajaban en la bananera United Fuit Company, quienes organizaban un baile los lunes porque se negaban a tener sólo fiestas los domingos. Les llamaban blues mondays, según narran los locales.

El himno de Bocas

A la mañana siguiente, en un centro comercial popular de Changuinola, nos esperaba el profesor Luis Palacios, un ocurrente maestro con cerca de setenta años, que cuando era joven compuso la canción “Bocas del Toro”, un tema que sonaba a la par de las canciones de otros grandes del calipso panameño, como lo fueron Lord Kon Tiki, Lord Panama, Lord Cobra, Lord Delicious, el Grupo Amistad, Lord Byron, The Beachers, Lord Kitti, Armando Machore, Lady Trixie y Black Majesty.

Cuando el profesor Palacios escuchó la nueva versión de su canción, que será incluida dentro del álbum de The Beachers, la expresión en su rostro fue una remembranza de la reacción de Calypso Joe; entendía la evolución de su tema, ese que aparece cantado con él y su guitarra en YouTube y que ahora resonaba por los pasillos de un centro comercial con la fuerza de un grupo completo de músicos interpretándola.

La gente se acercaba, curiosa, escuchando el nombre de su tierra “Bocas del Toro”, contagiando armoniosamente la atmósfera desde unas bocinas inalámbricas. El profesor Palacios da su veredicto final: ‘Suena moderno’, dice, como si su deseo de darle difusión a su música por fin alcanzara la meta.

Herron y Palacios firmaron el permiso y concluía así el primero de los viajes tras la huella del calipso, un género musical que llegó a la reciente X Bienal Centroamericana de Arte con el proyecto rocola “Songs for Limón, songs for Colon”, de la artista Ela Spalding, y que estará pronto en la pantalla grande a través de los documentales Calypsonians, de Anghelo Taylor, Damien Prouvost y Ramón Morales, y Una noche de calypso, dirigida por Fernando Muñoz.

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