Demanda de Salud desborda al Hospital Santo Tomás

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Pacientes en el Hospital Santo Tomás, considerado un hospital del pueblo. (Foto: Inmigrantes en Panamá).

Por Xiomara Prado
Xiolineth@gmail.com

El Hospital Santo Tomás. el principal nosocomio público en las zonas metropolitanas de Panamá, muestra señales de agotamiento a causa de varios factores. En sus instalaciones, son atendidas cada día unas 500 personas, de las cuales 150 son pacientes que ingresan a la Sala de Urgencias en busca de auxilio médico.

En ese diagnóstico crítico coinciden profesionales consultados por Bayano digital. El Dr. Richard Casas, quien trabaja en el área de Urgencias, confirmó que la labor en ese centro hospitalario “es un trabajo muy difícil, ya que no se puede tener el control, ni el tiempo para atender a todos los pacientes”, quienes exigen ser atendidos al carecer de recursos para pagar una consulta privada.

Recalcó que “trabajar en la Sala de Urgencias significa una demanda de mucha energía mental y física, pues mi objetivo es dar lo mejor de mí para resolver de manera rápida y eficaz los problemas o las enfermedades de cada paciente que atiendo, y de esta manera ganar mi recompensa, que es salvar vidas”.

“Las dificultades que he visto presentarse en los pacientes son muchas. Una de ellas, es el tiempo de espera para tener acceso a la atención. A veces, no se informa al paciente la situación del hospital, lo que muchas veces suele ser la causa de la espera ante la atención que requiere”, comentó el médico.

Añadió que falta de insumos o medicamentos es algo que el personal médico no puede controlar en el hospital, que es regido por un patronato y enfrenta una gran demanda de atención.

El gobierno responde

El ministro de Salud, Miguel Mayo, dijo este año que el abastecimiento de medicinas en ese nosocomio es del orden del 95 por ciento (el más alto de Panamá), mientras que el abastecimiento de insumos médico-quirúrgicos es de más del 85 por ciento, por lo que sancionará a quienes no ofrezcan a la población un alto nivel de calidad.

Mayo insistió que modernos equipos han sido instalados para resolver viejos problemas acumulados en los últimos 20 años en salas y quirófanos, en una respuesta directa a la demanda.

Sin embargo, el Dr. Juan De Dios Navarro, otorrinolaringólogo y representante de la Comisión Médica Negociadora Nacional (Comenenal), opinó que hay deficiencias que deben ser resueltas, a favor de la atención y el suministro de diversos servicios.

Adujo que “el funcionamiento del hospital debería ser manejado por el Ministerio de Salud, a través de su organización, para que tenga un mejor desempeño, ya que el Patronato no ha dado el mejor sistema de administración”, y ello genera debate.

De hecho, el Patronato del Hospital Santo Tomás fue creado en el 2000. Se define como una entidad sin fines de lucro e interés público y social. Administra el complejo hospitalario y asegura que su objetivo es proteger y conservar la Salud.

El hospital debe atender necesidades médicas, con diversos planes de pago inferiores a los de un hospital privado. Si se determina que un paciente carece de dinero para pagar la atención médica, no paga. En 2016, la deuda de los pacientes con ese nosocomio alcanzaba los 82 millones de dólares, dijeron fuentes oficiales.

Voces contestatarias

En mayo de 2016, el médico especialista Marcel Penna Franco se quejó públicamente del funcionamiento del Patronato y de la burocracia que afectan las labores médicas en el hospital.

Afirmó que “el Departamento de Auditoría Interna no se ha comprometido con la Salud ni el trabajo del hospital, y los que allí laboran creen que todos los funcionarios tratamos de defraudar al fisco, robar y aprovecharnos de nuestra condición para lucrar de manera indebida”.

Resaltó que el control fiscal de la Contraloría “tampoco llega a comprender que en sus manos está la vida y la salud de los contribuyentes”, mientras que opera una “cadena de obstáculos” cuya consecuencia es el desabastecimiento de los medicamentos, insumos médico-quirúrgicos y equipos.

Estructura física

En el 2000, los planes de modernización del hospital se iniciaron derribando cinco edificios y reemplazándolos por cuatro edificios nuevos más grandes para ofrecer los servicios más cerca uno del otro, pero su diseño y espacio podría estar desvinculado de las proyecciones demográficas y urbanísticas en la urbe.

El hospital Santo Tomás, también conocido como “Gran Elefante Blanco”, es el nosocomio público más auxiliado en el país. Fue construido en cinco hectáreas de las cuales tres son edificios, calles, aceras, estacionamientos y dos hectáreas eran jardín. Su apelativo de “Gran Elefante Blanco” se lo otorgó la oposición política del desaparecido ex presidente Belisario Porras.

Hay quienes han propuesto reubicar al nosocomio, debido a la forma como ha quedado incrustado en la zona costera, pero la decisión de alejarlo del centro urbano tendría implicaciones sociales, al excluir a miles de personas del viejo arrabal en una ciudad que se expande hacia el Este y el Oeste.

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