Conrado Gutiérrez, el héroe estudiantil vigente

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Conrado Gutiérrez.

Conrado Gutiérrez, el héroe estudiantil vigente

Por David Carrasco

Conrado Gutiérrez era un chico listo, valiente, con la chispa de los jóvenes de extracción humilde del corregimiento de Chilibre, en la provincia de Panamá. Tenía con un futuro brillante, como dirigente en el movimiento social panameño. Pertenecía a la gloriosa clase institutora del Nido de Águilas de 1970, y fue la figura clave en la reorganización del movimiento estudiantil panameño, tras el golpe de Estado de 1968, que cambió el rumbo del país.

Gutiérrez pereció a los 21 años de edad, en un accidente de tránsito acaecido en 1973, cuando se dirigía por vía terrestre al Festival Nacional de la Juventud, convocado en David, cabecera de la provincia de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica. Sus exequias fueron multitudinarias y atrajeron a representantes de diversos sectores conmovidos por la prematura desaparición física, en el inicio de la recuperación del territorio nacional conculcado. Sin embargo, su heroísmo trasciende con creces el fenómeno de su muerte.

Durante su vida estudiantil, desempeñó un papel primordial en el diálogo con las fuerzas militares, para la liberación de los presos políticos, como condición previa para un diálogo que desembocaría en el proceso de transformador encabezado por el general Omar Torrijos, asistido por oficiales de la corriente democrática. En el complimiento de los acuerdos que emanaron de esos diálogos, muchas veces complicados, tuvo un papel importante el jefe de la Seguridad Nacional, el hoy general Manuel Noriega.

Por aquellos años, el movimiento estudiantil panameño había sido duramente afectado, a causa de la crisis político partidista y el golpe de Estado de octubre de 1968. Dirigentes estudiantiles como César “Pipo” Sánchez y Rómulo Bethancourt Arosemena fueron alejados en forma forzosa del Instituto Nacional –principal plantel de enseñanza media del país–, y le correspondió a Gutiérrez asumir ese relevo, junto a figuras como Manuel Ducasa y Humberto Toala, en un clima de rebeldía, incertidumbre y contradicciones nacionales.

El analista político y ex dirigente juvenil Ramiro Vásquez Chambonnet, herido de bala en los sucesos de Enero de 1964 y en choques contra elementos de derecha, recordó el papel de Gutiérrez a través del artículo “El Omar que conocí”, publicado en el diario La Estrella de Panamá, el 13 de octubre de 2015. Sostuvo que Damián “Ñan” Castillo, a la sazón director de la Caja del Seguro Social, apoyó a líderes estudiantiles para la reorganización de la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP), y ponderó el hecho de que Gutiérrez fuese el impulsor de esa nueva relación.

Vásquez Chambonnet contextualizó el momento en que la corriente democrática se consolidó, y cómo la juventud progresista hizo una lectura diferenciadora de la corriente de Torrijos, respecto a otros períodos. Adujo que el proyecto político-militar buscaba reclutar del seno de la vieja burocracia liberal a los mejores cuadros técnicos y negoció con principales empresarios locales un campo de relaciones y de mutuas ventajas, lo que coadyuvó al consenso nacional sobre la descolonización y la conquista del Canal de Panamá.

Ese periodo estuvo marcado por importantes sucesos, y el joven institutor fue testigo de la recuperación, en 1970, de la Base de Río Hato, localizada a 120 kilómetros al oeste de la capital panameña, que se convirtió en hito de la descolonización que culminó en 1977 en los Tratados del Canal “Torrijos-Carter”. Aquella base, fue sede del Instituto Militar General Tomás Herrera, integrado a la Guardia Nacional (luego Fuerzas de Defensa), como las Compañías Machos de Monte y La Expedicionaria, y la Escuela de Sub Oficiales General Benjamín Ruíz.

Gutiérrez fue gestor del trabajo voluntario. Promovió las campañas de alfabetización en áreas rurales, organizadas por el Ministerio de Educación, la Dirección General para el Desarrollo de la Comunidad (Digedecom) y la FEP. En agosto de 1970, en un discurso pronunciado en la Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía, sede de un Seminario Nacional de Educación Media, el enérgico activista estudiantil reclamó una enseñanza transformadora para vencer el atraso que condenaba a miles de personas a la explotación.

“Nosotros proponemos a los participantes de este magno evento, que más que una montaña de resoluciones, acuerdos y documentos, unifiquemos un criterio conceptual del tipo de educación requerida en esta etapa de desarrollo y liberación nacional. Una identificación de principios, para elevarla a la dirección de nuestro Ministerio (…) y una comisión de alto nivel donde estén consultados los gremios profesionales del magisterio, del estudiantado, de los profesionales egresados de cada disciplina”, remarcó en su intervención.

Gutiérrez representó a Panamá en el exterior, recorrió las zonas bananeras, organizó jornadas de solidaridad con los pueblos en Centroamérica y recibió a la primera delegación de Vietnam del Sur que arribó a este país en 1970, con el aval de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE), en plena guerra en la península de Indochina. Los vietnamitas limitaron su visita a Panamá, debido a presiones ejercidas por Estados, pero aceptaron con alegría un emblema de luchas estudiantiles. En 1979, el primer ministro de Vietnam, Pham Van Dong, llegó a este país, a través del camino de solidaridad y amistad que Gutiérrez ayudó a construir y celebró junto al general Omar Torrijos la eliminación de las estacas colonialistas y la audaz estrategia para la recuperación de la vía interoceánica.

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