Congreso del PRD, como quien cuenta ganado

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Congreso del PRD, como quien cuenta ganado

Cecilio E. Simon E.
Redacción de Bayano

Negocia conmigo tengo 16 delegados. Ya le hablaste, él tiene 64. Tranquilo tu estás en la polla, recuerda, yo controlo la maquinaria. No sabes con quién te estás metiendo, ellos tienen toda la plata del mundo.

Ese es el diálogo cotidiano que reemplaza al debate político en el partido de Omar. Ese partido que en su momento nació sin dueño, el partido roncón que nunca le tuvo miedo a la chequera, que fue capaz de enfrentar las peores condiciones post invasión y, provocó picazón en los pies al gobernante. “Me pican los pies para salir de la presidencia” decía Endara, asediado por Gerardo, el del sombrero loco. Ese es el partido que el clientelismo nos arrebató.

Esta desiderata me llevó a buscar la definición de congreso y encontré que es una “reunión de personas que pertenecen un mismo grupo, asociación o partido, para estudiar y debatir asuntos de interés común”. La conclusión fatal no se hizo esperar.

Un congreso sin contenido

El llamado congreso del PRD es el antónimo de la definición citada, es una reunión de grupos asociados a una determinada corriente política, convocados para escuchar, sin derecho a estudiar y mucho menos a debatir el discurso del “líder”. En esta definición no caben las disidencias. La disciplina “mano militari”, es la conducta apropiada para quienes aplauden a rabiar el método impuesto. Cuádrate, contamos con la plata, los votos y la maquinaria, dicen.

Los cuatro congresillos convocados durante el fin de semana en provincias centrales, solo fueron eventos para legitimar con el voto a la dirección política regional y sectorial del partido. No hubo estudio ni debate sobre los problemas nacionales y locales. Todos esperamos las resoluciones, que el partido suele aprobar en los congresillos convocados previo al congreso nacional.

En efectos, el diseño de los congresillos no contempla un espacio para abordar temas de interés nacional y regional, como el agua para el consumo humano y la producción. La vigencia de los tratados de libre comercio, que afectan la producción nacional. La apertura comercial y la política de importaciones, que favorecen a los supermercados y arruinan a los productores nacionales. El encarecimiento de la canasta básica de los panameños. O la corrupción en el Proyecto Riegos de Tonosí y sus efectos sobre el agro de la región.

No es usual que el PRD realice un congreso sin debate; esa es la esencia de un partido.

En el congreso que iniciamos el pasado fin de semana en provincias centrales, los delegados fueron sometidos a un novedoso método en el que primero se vota y luego se revisa el quórum, porque solamente fueron convocados para votar (y rápido). Enclaustrados en un conclave, similar al que someten a los cardenales cuando elijen al Papa, no se les autorizó el contacto con los dirigentes que aspiran a ser electos en el congreso nacional. Solamente, después del escrutinio, se les permitió escuchar el nombre y número de casilla de los candidatos a los puestos de elección en uno de los cuatro congresillos. La comisión electoral les negó el derecho a pedir rendición de cuenta a la dirección actual del partido y a cuestionar a los que aspiran a ser miembros del CEN y de los otros organismos de de dirección que ellos deben elegir. Se les negó el derecho a voz a los delegados al congreso, máximo organismo de dirección del partido.

 Los  “operadores políticos” subastan votos

El resto es historia conocida, una barrida de la nómina de Pedro Miguel González en los cuatros congresillos. La denuncia de un destacado representante de la fórmula Binicio Robinson – Pérez Balladares: «estamos ante una nueva ola azul».  En tanto los  “operadores políticos”, los ganadores de la jornada, subastan votos como quien vende ganado en el bazar clientelista: «Yo tengo 64 delegados (encerrados en un corral, perdón en un hotel), que hay pa´ mi».

Los delegados, sometidos al  ensordecedor barullo de murgas y discotecas, reclaman desde su encierro el derecho a «estudiar y debatir asuntos de interés común», y  a la vez preguntan ¿Quiénes decidieron esas nóminas, a mi no me consultaron?

1 COMENTARIO

  1. Excelente descripción del otrora partido de Omar hoy convertido en una entelequia política al servicio de una fracción de la oligarquía. No hay opción democrática, pluralista o espacio a la diversidad. Es el monólogo de oligarquía con oligarquía o «intelectuales orgánicos» de la oligarquía con sus pares iguales. ¡Así de sencilla es la cosa!

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