CARLOS J. NUÑEZ L.

El ejemplo que queda con tu partida, amigo entrañable

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Carlos Jeronimo Núñez López

CARLOS J. NUÑEZ L.

El ejemplo que queda con tu partida, amigo entrañable

Por Julio Bermúdez Valdés
Especial para Bayano digital

  • El Consejo Editorial de Bayano digital rinde homenaje compañero Carlos Nuñez; ese modesto gigante de la lucha social. Su grito de guerra de 1958 «compañeros calle»  «más escuelas menos cuarteles» esta presente hoy en la lucha de los educadores.   El partió, su lucha sigue.  CARLOS NUÑEZ presente…

Cuando en diciembre de 1947 los panameños encabezados por la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP), que entonces dirigía el patriota Carlos Iván Zúñiga, lograron que la Asamblea Nacional de Diputados rechazara el tratado Filos-Hines, las clases dirigentes junto a las norteamericanas de la ex Zona del Canal comprendieron, que la juventud panameña constituía una fuerza cívica poderosa, capaz de disputarles decisiones políticas importantes.

Aquel evento del 12 de diciembre de 1947 rechazaba las 134 bases militares instaladas en el país durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo su colofón el día 23 de diciembre siguiente, cuando los parlamentarios sitiados por una mayoría enardecida en el paseo de los bóvedas, donde quedaba la sede de la Asamblea, se vieron obligados a rechazar el ofensivo tratado por un mínimo margen de tres votos.

Después de esos hechos se produjeron medidas que limitaron la acción estudiantil. Fueron prohibidas las asociaciones federadas en los colegios secundarios, la FEP bajó la intensidad de sus acciones y la dirigencia del movimiento popular fue sometida a una intensa y sistemática represión.

Así que la década del 50 registró un profundo trabajo de reorganización del movimiento popular, no solo de los trabajadores cuyos sindicatos de choferes, cañeros y de la zona del canal, comenzaron a mostrar beligerancia, sino también de los estudiantes, decididos a recuperar el protagonismo social a partir de los reclamos de soberanía en la Zona del Canal, y de planteamientos reivindicativos, especialmente en la educación.

A la calle compañeros. Gritaba Carlos Núñez para reclamar en 1958 más escuelas..
A la calle compañeros. Gritaba Carlos Núñez para reclamar en 1958 más escuelas..

Es en esa coyuntura en la que aparece, por los años 55 y 56, Carlos Jerónimo Núñez López, un estudiante fogoso, entusiasta y combativo; un tribuno de palabra filosa, que se va convirtiendo rápidamente en una figura y en una voz reconocidas, que al grito de «a la calle compañeros», convocaba y dirigía, junto a figuras que la crisis de aquellos años iba convirtiendo en dirigentes.

Nunca fue casualidad que Carlos Núñez militara desde las filas del Frente “Sebastián Tapia”. Tapia había sido militante contra los tratados Filos Hines, y en una jornada represiva de la policía lo habían dejado inválido. Así que la militancia de Carlos desde una organización como esa daba significado a la relación histórica entre aquella lucha de 1947 y la que él y su generación comenzaban diez años después.

Refundadores de la FEP, en 1957, de cuyo Consejo Ejecutivo Federal. De izquierda a derecha Polidoro Pinzón vicepresidente, acompañando a Floyd Britton (presidente) y Andrés Cantillo (secretario general). (Olmedo Beluche en Memorias Veraguenses)
Refundadores de la FEP en 1957. Consejo Ejecutivo Federal: de izquierda a derecha Polidoro Pinzón vicepresidente, Floyd Britton (presidente) y Andrés Cantillo (secretario general). (Información tomada de Olmedo Beluche en Memorias Veraguenses)

¿Qué representaba Carlos Jerónimo Núñez junto a dirigentes de esa época como Polidoro Pinzón, Eduardo Santos Blanco, Cleto Manuel Sousa, Humberto Brugiatti, Felicia Santizo, Floyd Britton, Ramiro Vásquez, Andrés Cantillo, Ascanio Villaláz, Ricardo Rios, Diana Morán, y en donde por primera vez en la historia del movimiento estudiantil, una mujer, Virginia Ramírez (hoy señora de Vásquez), asumía las riendas de la FEP?

Eran la dialéctica de la nación panameña. Aquella que desde mediados del siglo XIX había colocado a los «lugareños», a los panameños de clases humildes contra una alianza que los convertía en extranjeros en su propio país. A eso se oponían Núñez y sus compañeros, era la nación defendiéndose, en batallas políticas sobre la cuestión nacional y la cuestión social. Eran portadores de la siembra de banderas por la soberanía en la Zona del Canal; y de los reclamos de «más escuelas menos cuarteles», bajo la cual movilizarían a centenares de estudiantes en las dramáticas jornadas de mayo de 1958.

FEPNada hubiera sido posible, si a finales de 1957 no se hubiera reorganizado la Federación de Estudiantes de Panamá, entre movilizaciones, seminarios y verbenas. La misma FEP de 1947, la de las luchas nacionalistas y allí, en esa reorganización estaba como un apóstol sencillo, con una cooperación desprendida y militante Carlos Jerónimo Núñez López.

La misma que exhibiría a todo lo largo de su vida en la solidaridad con sus compañeros del Cerro Tute, con los de las huelgas bananeras de los años 60 y por supuesto, como militante el nueve de enero de 1964.

Los enemigos sólo te toman en cuentan cuando te ubican como un factor que les puede causar daño, cuando eres beligerante y tienes la posibilidad de influir en el curso de los acontecimientos. Quizás por eso Carlos Jerónimo Nuñez López fue en 1968 uno de los primeros arrestados por los golpistas de esa fecha, detenido por casi un año y luego enviado al exilio. No se auto exilió, no corrió, lo exiliaron.

Entre 1972 y 1973 estaba de vuelta con la misma decisión de lucha. “Ese es Carlos Núñez, un militante capaz”, decían quienes lo conocían de referencia, por sus luchas y por su tenacidad. Entonces hizo parte de esa izquierda, que pese a una vida de combate antimilitarista, miró en el general Omar Torrijos un reivindicador de las batallas de las que había hecho parte. Más tarde condenó la invasión y su voz fue un reclamo permanente por los muertos no reivindicados aun.

Periodista de profesión, historiador por vocación, Carlos Núñez deja una herencia de panameño genuino, comprometido con las causas populares, patriota hasta el último minuto de su vida, humilde como un gigante bueno al que se despide entre aplausos y lágrimas. Hasta luego Carlos Núñez, queda un vacío con tu partida que solo puede llenarse con tu ejemplo.

 

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