69 años de una gran victoria
Cada generación ha contribuido al llamado alpinismo generacional, para construir la patria que tenemos.
Por José Dídimo Escobar Samaniego
Cédula: 7-84-41
Era el 12 de diciembre de 1947, el Gobierno panameño de turno, había negociado con el de Estados Unidos un tratado que debió llamarse Alfaro-Hines, pero que Filós terminó firmando y haciéndose cargo de una criatura que no era suya. Se trataba de 114 bases militares que el Gobierno panameño cedió para que Estados Unidos pudiera enfrentar la guerra contra el eje nazi fascista, encabezado por Alemania, Italia y Japón, en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Al concluir ese conflicto bélico, Estados Unidos había urdido un plan para ejercer absoluto dominio en todo el territorio de Panamá.
José Antonio Brower, un líder sindical muy culto, hablaba siete idiomas, y junto a El Dr. Demetrio Augusto Porras (1898-1972) abogado, político, pensador y escritor panameño, hijo del Dr. Belisario Porras fundaron el Partido Socialista, en 1933. En plena lucha contra el nazi fascismo.
En 1943, fue fundada la Federación de Estudiantes de Panamá, (FEP), lo que dio contenido a las luchas sociales en este país.
En 1946, José Antonio Brower fue electo junto a Demetrio Porras y Diógenes De la Rosa como los tres más aguerridos constituyentes por el Partido Socialista de Panamá, y aportaron los conceptos más avanzados de la Constitución de 1946.
Ese 12 de diciembre de 1947, el movimiento popular, se tomó machete en mano, la Asamblea Nacional, que sesionaba en la Plaza de Francia, en el casco Antiguo de la capital panameña, y forzaron la votación que de manera abrumadora rechazó convertir en forma definitiva a Panamá en una gran base militar norteamericana.
A 69 años del rechazo del Tratado Filós-Hines, es justo hacer un gran reconocimiento a mi primer maestro en política, Don José Antonio Brower, a quien conocí en La Villa de Los Santos en 1971.
El patriota vivía en una casa al lado del Museo de la Nacionalidad, en una residencia de la familia Grimaldo Garibaldo. Era de contextura delgada, y de una brillantez genial.
Siendo yo aún un adolescente, Don José Antonio me invitaba en las tardes a tomar un sabroso té, que preparaba su distinguida esposa. Me servían esa bebida aromática acompañada con unas galletas que ella misma elaboraba. El intelectual aprovechaba mi degustación para introducirme en la historia nacional y en la política.
Hace 69 años, él fue el orador profundo, quien hizo arder las llamas del patriotismo y el que puso las tildes sobre las íes, para que, ante tantas razones de inmensa valía, fuese rechazado el nefasto tratado que convertía a Panamá en una gigantesca base norteamericana.
Muchos fueron los protagonistas de aquella gesta. Entre ellos, destacan David Acosta, aquel que tocó las campanas del Instituto Nacional para convocar a la rebelión de los Estudiantes de la gloriosa FEP. También representaron a la FEP, el Dr. Carlos Iván Zúñiga Guardia (1926-2008), el Profesor Jorge Conte-Porras (1929-2006); Fulvia Souz, Carlos del Cid y el fallecido Rodrigo Molina.
Vinieron desde la Escuela Normal de Santiago “Dr. Juan Demóstenes Arosemena a sumarse a esa lucha, el Profesor Carlos Francisco Changmarín (1922-2012), el Dr. Juan Materno Vásquez (1927-1999), el general Omar Efraín Torrijos Herrera (1929-1981), el Profesor Andrés E. Cantillo Murillo y el docente Blas E. Bloise Calderón.
Don Domingo Henrique Turner (1893-1972), Don Diógenes de la Rosa Robles (1904-1998); Dra. Clara González de Behringer (1900-1990), José González Rodríguez, Jorge y José Antonio Brower y Manuel Garrido, todos influidos por el preclaro dirigente obrero español radicado en Panamá, José María Blázquez de Pedro (1875-1927).
A esa Jornada histórica, por el Frente Patriótico de la Juventud, concurrieron el Licenciado Manuel Solís Palma (1917-2009), el Dr. Jorge Enrique Illueca Sibauste (1918-2012), la Licenciada Diamantina Carrera de Calzadilla (1922), el Licenciado Carlos Calzadilla González (1916-2005) y el Licenciado Marcelino Jaén Morán.
Por el Partido del Pueblo, participaron sus fundadores, José de la Rosa, Cristóbal L. Segundo, Feliciano Lara, Vicente Castillo Sánchez, Pedro González, Abel Candanedo, Pablo Cordero, los hermanos Cleto Manuel y Rubén Darío Sousa.
A todos esos patriotas, y muchos cuyos nombres son imposibles de anotar en un tiempo en que se requieren levantar las banderas de la dignidad nacional, un gran reconocimiento. A ellos, el homenaje de gratitud, de la generación a la que pertenezco y que tiene el desafío de seguir luchando por esta patria hermosa que nos regaló Dios.
