Urge cambiar la imagen de Panamá

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Alrededor del mundo, todos se preguntan qué sucede en Panamá después del estallido de los escándalos financieros. (Foto: AP).

Por Mariela Sagel
opinion@laestrella.com.pa

No hay duda de que los #PanamaPapers lograron el efecto de profundizar el mal nombre que tiene el país en el extranjero. Independientemente de los responsables de que esa “fábrica de sociedades anónimas” hayan sido llevados a la quiebra y de que su más histriónico socio haya dictaminado que lo partiera un rayo si al presidente Varela no le habían dado coimas de Odebrecht, como el rayo no lo ha partido, ‒pero tampoco se ha sabido más nada de los procesos que se le debieron haber seguido al señor Fonseca a más de un año de sus explosivas declaraciones‒, debemos dar por cierto que Odebrecht sí soborno al presidente de turno, como efectivamente lo han demostrado otros señalamientos, menos explosivos, pero igual de contundentes.

Nuestra clase política es redomadamente inculta y, además, no tiene interés en dejar de serlo. Hace poco, leí un magnífico texto del escritor mexicano Rafael Pérez Gay, en el que señalaba que la mayoría de las cosas que él sabía (y sabe mucho) las había aprendido leyendo novelas, no ensayos, y que era una lástima que nuestros presidentes no leyeran. Para colmos, cuando le preguntan a un aspirante o candidato, qué está leyendo dicen, sin fallar que la Biblia. Si fuera cierto, no harían la clase de política a la que someten a nuestros pueblos y para muestra, el nuestro, que es “correteador” de sotanas, pero al mismo tiempo miente siempre, irrespeta a sus electores y no cumple sus promesas.

Ahora le ha dado a este virtuoso presidente por posponer todas sus responsabilidades en virtud de su agenda personal, como si en la misma no debiera estar en primer lugar su pueblo, como decía su eslogan de campaña. La designación de dos nuevos magistrados para la Corte Suprema de Justicia (CSJ), después de la derrota abrumadora que sufrió en enero al insistir, innecesariamente, en que votaran por las propuestas por él, debería hacerlo recapacitar y tratar de hacer las cosas bien. Pero, como el que tropieza siempre con la misma piedra, dice que lo hará cuando regrese de un viaje a Dubái. Puede que no encuentre personas que él quisiera que fueran a la Corte que le acepten el cargo, como le pasó al conformar su gabinete. Entonces, bien haría en honrar el Pacto de Estado por la Justicia, que suscribieron él y su partido en 2005 y que tan orondos salen a reclamar sus amanuenses cuando les conviene. De entre los suscriptores de ese documento hay nombres de profesionales valiosos que le darían un giro a la desprestigiada institución que rige el poder judicial.

Y como nos pasamos de fiesta en fiesta, de feriado en feriado y de carnaval en Semana Santa, nos pretenden llevar este año entre el Campeonato Mundial de Fútbol y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que son los dos únicos temas que tiene en agenda el actual Gobierno, dilatando las decisiones que se deben tomar y las obras que se deben hacer (que no estén en función de la participación en la JMJ), con la esperanza de que ambos eventos mundiales eximan a los responsables de todos los fallos y carencias que han tenido y que se sabía que tendrían. Ahora, con este asunto de la reestructuración de la Comisión de Credenciales en la Asamblea Nacional, se están empezando a conocer las traiciones, componendas y demás artilugios acordados durante casi cuatro años entre estos desprestigiados políticos. Ojo, que en casi todos los países los miembros de la cámara que legisla tienen la misma o peor percepción o comportamiento, pero, para variar, Panamá podría elevarse del estercolero y mostrar una cara ejemplar en esa fauna política. Pero eso, seguramente, no es del interés de los individuos que ocupan el Palacio Justo Arosemena. Más interesados están en los autos que se van a comprar, los nombramientos que van a hacer de sus votantes, para asegurar su reelección, y de otras muchas cosas alejadas de la responsabilidad de hacer leyes cónsonas con el desarrollo del país y beneficio del pueblo.

Ya pronto se sabrá qué sale de este conato de sublevación en la Asamblea. Igual que sabremos por qué se le revocó la fianza en menos de 24 horas al ex presidente guardadito hace ocho meses en una prisión federal de Estados Unidos.

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