¿Serán los pequeños herbívoros la nueva esperanza para los arrecifes del Caribe?

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Un gran número de pequeños erizos de mar que se alimentan de algas y peces pueden reemplazar a herbívoros más grandes para evitar que el crecimiento excesivo de algas saturen los arrecifes.

STRI Panamá

Hace treinta años, una misteriosa enfermedad exterminó a los erizos negros de espinas largas en el Caribe, lo que provocó el crecimiento excesivo de algas que sofocan los arrecifes de coral ya sobreexplotados. Ahora, los biólogos marinos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, STRI, informan que los erizos de mar y una especie de pez loro pequeño pueden tomar el lugar de los grandes erizos de mar, restaurando el equilibrio en los arrecifes degradados.

Como becaria de STRI a corto plazo, Catie Kuempel se unió al científico Andrew Altieri para explorar una gran área del fondo marino en Bocas del Toro, Panamá, donde los corales habían muerto pero las algas, sorprendentemente, no habían crecido excesivamente. Los comedores de algas más comunes que encontraron fueron un pequeño erizo de mar del tamaño de una pelota de ping pong, Echinometra viridis, y un pequeño pez loro rayado, Scarus iseri, que no es de interés para los pescadores. Proponen que estos pequeños organismos pueden ser capaces de evitar el reemplazo de coral por algas en los arrecifes de coral degradado. Pueden ser pequeños, pero hay muchos de ellos: estos pequeños herbívoros comprenden hasta el 95 por ciento de la biomasa de todos los organismos herbívoros en los arrecifes en el estudio. Su peso combinado es aproximadamente igual al de un número menor de herbívoros más grandes en arrecifes más saludables.

La herbivoría intensa por parte de los pequeños erizos de mar y de los peces era mayor en los arrecifes más degradados. En un montaje experimental que incluyó la colocación de jaulas en el fondo marino para excluir a herbívoros de distintos tamaños, la intensa herbivoría en jaulas que permitía el acceso sólo a pequeños herbívoros reveló que ellos pueden hacer el trabajo de reducir la cantidad de algas, trabajo que antes se pensaba que sólo hacían las especies grandes de pez loro y de erizos negros de espinas largas, Diadema antillarum.

En enero de 1983, Harilaos Lessios, científico de STRI, notó que los erizos negros de espinas largas, pero no otras especies de erizos, estaban muriendo cerca de la entrada atlántica del Canal de Panamá. Se puso en contacto con centros de buceo y fue capaz de rastrear la mortalidad en masa de los erizos, a medida que se extendía a través del Caribe de 1983 a 1984.

A raíz de esto, privados de esta especie de herbívoro grande, las algas crecieron sin control, especialmente en los arrecifes donde la sobrepesca había eliminado al pez loro grande. Hoy en día, a pesar del hecho de que la Diadema antillarum se ha recuperado en algunas zonas, el número total de este erizo en el Caribe sigue siendo sólo el 12 por ciento de los números antes de la mortandad.

“Incluso aquellos de nosotros que hemos trabajado extensamente con D. antillarum no esperábamos que su recuperación sería tan lenta o que su ausencia contribuiría tan dramáticamente a cambios en comunidades ecológicas complejas como los arrecifes de coral”, escribió Lessios en un artículo de cambios observados 30 años después. “Su recuperación es el único rayo esperanzador en las sombrías perspectivas de los arrecifes del Caribe”.

“Dado que la frecuencia de las enfermedades de los corales probablemente aumentará con el calentamiento global y que la sobrepesca sólo puede prevenirse en áreas protegidas que no pueden expandirse indefinidamente si la gente continúa obteniendo sus proteínas del mar, la mejor esperanza para los arrecifes del Caribe es que la D. antillarum Se recuperará”, predijo Lessios.

Basándose en sus observaciones en Bocas del Toro, Kuempel y Altieri tienen más esperanzas, sugiriendo que las estrategias de manejo y monitoreo dirigidas a prevenir cambios de fase de coral a algas en los arrecifes, deberían ampliarse para incluir el papel y la importancia de especies diminutas de herbívoros. “Estas pequeñas especies vinieron al rescate de los arrecifes en Panamá y también pueden ser importantes en otros lugares”, comentó Altieri.

Lessios, H. A. 2016. The great Diadema antillarum die-off: 30 years later. Annu. Rev. Mar. Sci.; 8:1.1-1.17

Kuempel, C. D. and Altieri, A. H. 2017. The emergent role of small-bodied herbivores in pre-empting phase shifts on degraded coral reefs. Scientific Reports; 7: 39670

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