Omar Torrijos y la solidaridad con Venezuela

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Solidaridad con Venezuela alrededor del mundo.

Por Toracio P. Iturralde Sh.

Redsccion de Bayano digital

Panamá conoce los derroteros de la constante lucha por la soberanía y el derecho al usufructo de sus recursos naturales, específicamente la posición geográfica. La lucha emprendida por varias generaciones se libró esencialmente en dos frentes. Por un lado, contra la oligarquía entreguista (que hoy gobierna), que aspiraba a mantener el statu quo y, por otra parte, contra el imperialismo que había usurpado la franja canalera y conculcado la soberanía.

El pueblo panameño tiene la autoridad moral para exigir respeto al derecho que tiene cada país de administrar su patrimonio natural y escoger la forma de gobierno que considere conveniente para su desarrollo. El 15 de marzo de 1973, en la 1695ª Sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, celebrado en la ciudad de Panamá, en plena etapa y desarrollo de la lucha por la soberanía, el comandante Omar Torrijos Herrera lo expresó tajantemente y en forma esclarecedora, con una posición digna que debe ser adoptada como consigna y forma de vida.

En primer lugar, los torrijistas entienden la lucha del gobierno venezolano, como pueblo “…que se resiste a aceptar el imperio del fuerte sobre el débil como norma de convivencia”, y porque nuestro recurso natural fue arrebatado y controlado por medio de la fuerza. Comprendemos a los pueblos “…que luchan por explotar sus propios recursos para su propio beneficio y no para subvencionar la economía de un país prepotente”.

Cuando el gobierno venezolano, con apoyo de su pueblo (heredero del comandante Hugo Chávez), decide reorientar la vida política a través de la Asamblea Nacional Constituyente, los torrijistas celebraron esa decisión, expresando con Omar: “que se respete el sagrado principio de que cada país debe estar en condiciones de elegir los esquemas que quiera, el método de gobierno que quiera, en búsqueda de su propio desarrollo”. Y no sólo de su desarrollo, sino también de la paz.

Ante la grave amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de agredir militarmente al pueblo venezolano, los torrijistas repudian y no aceptan, bajo ninguna circunstancia, el uso de la opción militar. En diciembre de 1989, este país resistió la invasión de hordas imperiales que desgarraron y desangraron a una población indefensa. “Panamá no puede aceptar como norma de derecho internacional las consideraciones por los llamados intereses vitales o seguridad nacional”. Intereses que hoy, como ayer, esgrimen los genocidas de las barras y las estrellas.

América Latina, específicamente Venezuela, está en ebullición, en la búsqueda de su propio destino. Se levanta contra aquellos que quieren frenar su desarrollo autónomo y soberano. Como recalcaba Omar: “el despertar de América Latina no debe ser obstaculizado, sino apoyado para poder propiciar la paz. Una nueva conciencia se está creando en el hombre latinoamericano y sólo podrá haber paz, si se permite que esta conciencia siga su propio cause”.

Por último, el vicepresidente estadounidense, Michael Pence, quien piso suelo istmeño, debería recordar el mensaje de Omar Torrijos a Washington y al mundo: “… nunca hemos sido, que no somos, ni nunca seremos, Estado asociado, colonia o protectorado, ni agregaremos una estrella más a la bandera de los Estados Unidos”. Pese a la actitud servil de los oligarcas en Panamá, los herederos del pensamiento del general Torrijos, ¡estarán de pie o muertos, pero nunca de rodillas!, en solidaridad con el pueblo venezolano.

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