Los orangutanes están en peligro

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Un orangután cuelga de una liana en las selvas de Sumatra.

Por Mónica Parrilla
Greenpeace / España

En estos días, han salido las cifras oficiales de Indonesia sobre el estado de las poblaciones de orangután en la isla de Borneo. Son datos que se han conseguido a través de un estudio realizado con mayor detalle que nunca en un área más extensa. Tristemente, se confirma lo que veníamos alertando: las poblaciones de este animal icónico han disminuido de forma alarmante.

La densidad de población es el número de individuos en una superficie determinada. Pues bien, se ha pasado de 0,45 a 0,76 orangutanes que se pueden encontrar en 1Km2 a 0,13-0,47. Para que nos entendamos es como si en un municipio con una superficie de 100 Km2 como por ejemplo San Martín de la Vega (Madrid) pasara de tener 76-45 orangutanes a 47-13. Para colmo, los que hay no lo tienen fácil. El estudio dice que tan sólo un tercio de las 52 poblaciones de orangutanes que sobrevivan en Sumatra y Borneo, podrán sobrevivir en los próximos 100 a 500 años

¿Cómo se ha llegado a esta situación?

Desde Greenpeace llevamos años denunciando la destrucción de los bosques primarios, en concreto las selvas de Indonesia, conocidos como Bosques del Paraíso por albergar dos de las terceras partes de la biodiversidad terrestre. Son el hogar de especies como el orangután. La principal causa de deforestación son las plantaciones para cultivos de acacia para papel o de palmera africana para la producción de aceite de palma.

Grandes empresas se asientan en las selvas, sacan los árboles cuya madera tiene más valor y producen incendios para la quema de restos. Posteriormente, abren grandes canales para el drenaje de turberas y preparar el terreno para el cultivo final.

Tres pequeños orangutanes.

La fase de los incendios origina graves problemas a la población. En 2015, las selvas de Indonesia un desastre con más de 130.000 focos, provocando cientos de miles de incendios en las selvas y turberas de las islas de Sumatra y Borneo, impidiendo la visibilidad, dificultando el tráfico aéreo, colapsando las urgencias de los hospitales, provocando el cierre de las escuelas, etc. Los orangutanes no se libraron, y de hecho la UICN, tras los incendios, elevó la situación de riesgo a “en peligro crítico”. Ante esta situación, el presidente del gobierno estableció a finales de ese año que no concedería más licencias para plantaciones.

Es fundamental que el gobierno indonesio cumpla con la normativa y que impida que las empresas destruyen los bosques y turberas para plantaciones.

¿Cómo puede destruirse el hogar de miles de personas y de especies como el orangután para producir papel?

A pesar de las medidas que se tomaron, desde Greenpeace seguimos denunciando cómo compañías continúan acampando a sus anchas en la selva. Es el caso de lugares como Sungai Putri, un enclave de 55.000 hectáreas, hogar de 800-1200 orangutanes donde se encuentra la concesión de la empresa maderera PT Mohairson Pawan Khatulistiwa (sus siglas MPK). Esta empresa ha abierto un nuevo canal de drenaje en las turberas de forma ilegal. Si bien el Gobierno alega haber frenado su desarrollo, el canal sigue vigente y en las dos últimas semanas se han reiniciado algunas actividades.

Es fundamental que se prohíban estas concesiones para evitar los daños futuros de incendios y la pérdida de un hábitat clave para una especie tan emblemática como el orangután.

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