José Luis Palma de León Vargas
He podido observa la entrada escandalosa de productos lácteos de Costa Rica, en el marco del tratado de libre comercio. El secretario general de la ANAGAN daba cifras muy alarmantes por medios televisivos, por ejemplo, para el año 2115 entraron 15 mil toneladas de lácteos y para el año 2016 la cifra se duplicó.
Es obvio que esta asimetría da origen a serias distorsiones del mercado nacional, con consecuencia graves para nuestros productores que ven en esto, su desaparición por tan grosera competencia aberrante.
Si se toma el ejemplo del señor Trump, dado que los gringos con su balanza comercial es deficitaria, es decir compran más que lo que venden, fijar aranceles más alto, tal cual el acero chino, o bien que aquella empresas instalada regresen al país y de esta manera, traer de vuelta empleos en USA.
El gobierno por medio de políticas públicas con el MIDA, debe simplemente buscar la salida a esta distorsión del mercado y fijar las cantidades de producto lácteos que pueden entrar al país. Un tratado es un intercambio de pares, no solo para un solo lado, solo basta que el gobierno de turno se pliegue a los intereses del productor nacional. Así como venden, exigirle que compren, de lo contrario fijarles medidas de retorsión, vendan pero sobre todo compren.
Me quiero referir a la conocida inversión extranjera, la misma para nada ha sido de gran beneficio para el país. Hago alusión a la BONLAC y a la Estrella Azul. La primera fue vendida a un grupo de colombianos y la segunda a un grupo mejicano.
Ambas empresas carecen de una gerencia empresarial competitiva, que potencien sus productos. Por ejemplo, si se toma como referencia los ticos y su empresa Dos Pinos, es mucho más innovadora que las nacionales. Para nada innovan y ofertan los mismos productos cuando estaban en manos panameñas. Al igual que La Pascual, para nada ofertan nuevos productos. Con nuevos productos se debe buscar exportar los mismos y a los ticos obligarlo a balacear sus compras al país, venden pero en igual termino deben comprar.
