La política exterior de Panamá manejada desde drones

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La política exterior de Panamá manejada desde drones

Por Cecilio Simon

Redacción de Bayano digital

  • “El hombre que quiere portarse en todo como bueno, por necesidad fracasa entre tantos que no lo son, necesitando el Príncipe que quiere conservarse, aprender a poder ser no bueno y a usarlo o no usarlo, según su necesidad”. (Nicolás Maquiavelo. El Príncipe).

Al igual que en el cuerpo humano, en lo social, una cantidad excesiva de adrenalina se produce en respuesta al alto nivel de estrés o ansiedad. El modelo Martinelli, que en algún momento denominé “administración por ocurrencia”, incluía una sobredosis de adrenalina para mantener en tensión a toda la sociedad.

Al parecer, los manejadores de imagen del presidente Varela, consideran que el carácter de su gobierno debe diferenciarse del que identificó al de Martinelli. Ellos recomiendan una especie de “slow down” sueco, con una carga de endorfina, también conocida como la hormona de la felicidad, para estimular los centros de placer, contrarrestar la adrenalina y producir el adormecimiento del cuerpo social. Ésta puede ser la explicación del estilo parsimonioso del gobierno, propio de las testudinatas (tortugas) y de un presidente que intenta mostrarse bueno, casto y clerical.

El estilo de gobierno alcanza a un país manejado desde aviones no tripulados (drones), que algunos lo llaman equivocadamente piloto automático. El centro de control de los drones nacionales son los poderosos medios de comunicación y las grandes firmas de abogados (entre ellos Mossack Fonseca) instaurados como poderes fácticos, que se sitúan sobre los poderes constituidos para fijar las políticas públicas, de acuerdo a sus intereses económicos.

A nivel internacional, al mando de los drones que atentan contra los intereses nacionales de Panamá, están las potencia imperialistas integradas en la OCDE, liderada por Francia y la mano siniestra de los organismos de inteligencia de Estados Unidos que imponen con renovada fuerza la globalización.

La crisis que provoca los llamados “Papeles de Panamá” dejó al descubierto el modelo consultivo-discriminativo de Varela, que reemplazó el control autocrático de Martinelli. En el plano nacional, la transparencia y rendición de cuentas sólo son consignas. El presidente restringe la convocatoria a la sociedad civil oficialista organizada en MOVIN, que reemplazó al movimiento social integrado en el Frente por la Defensa de la Democracia, del que formó parte cuando estaba en oposición.

Ante una crisis como las que enfrenta el país, un presidente con visión de estadista habría convocado a una consulta nacional a sus predecesores (exceptuando a Martinelli por razones obvias) a los ex cancilleres y ex ministros de Economía y Finanzas. Pero, contrario a este criterio, optó por el efecto publicitario, al integrar un panel de expertos (que puede ser complementario) en el que incluye al reputado economista Joseph Stiglitz.

La errática presencia del gobierno de Panamá en la escena internacional, palidece ante vigorosa política exterior que condujo a la firma de los Tratados Torrijos Carter y la salida del país de las bases norteamericanas. En el concierto Internacional, el presidente Varela no busca aliados (Rusia y China por ejemplo), como lo hizo Torrijos. Por el contrario, se muestra sumiso ante el determinismo y la imposición imperial. De la amenaza de retorsión a Francia, el gobernante pasó a la aceptación, a pie de juntillas, de las imposiciones de la OCDE.

Gobernar es más que administrar una planilla. La crisis que se cierne sobre la República de Panamá, no puede verse con la simplista explicación: “se equivocaron de nombre”, “los papeles debieron llamarse Mossack Fonseca”. El golpe está dirigido a la plataforma de servicios de país, el nombre no es casual y sus efectos no pueden manejarse desde el centro de mando de un avión no tripulado, como se hace hasta ahora.

Recuerdo al presidente Varela y a sus asesores las enseñanzas de Maquiavelo al príncipe: ¡El hombre que quiere portarse en todo como bueno, por necesidad fracasa entre tantos que no lo son!

4 COMENTARIOS

  1. Excelente artículo, aborda la gran responsabilidad de liderar del ejecutivo, que no lo hace. Porque su visión de conducción está totalmente desenfocada y su compromiso ideológico y político con el imperio no le permite sacudirse del ataque que le hacen al país y en consecuencia a su gobierno.

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