La ira del cambio climático apunta a los Pirineos

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Vista panorámica del Pirineo Central. (Foto: Javier Sigró / Sinc).

De los registros climáticos más extensos hasta la fecha para esta cordillera se concluye que desde 1970 el aumento de las temperaturas en los Pirineos se ha acelerado sobre todo durante los meses de primavera y verano.

National Geographic

La península Ibérica está experimentando en las últimas décadas un incremento de temperaturas del que no están exentos los sistemas montañosos. A este respecto, un equipo de científicos ha analizado las series climáticas regionales del Pirineo central entre 1910 y 2013 –los registros de clima en esa zona más extensos hasta la fecha– concluyendo que desde hace aproximadamente 50 años el aumento de las temperaturas en los Pirineos se ha acelerado, sobre todo, durante los meses de primavera y verano.

Según han detallado desde el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), solo durante las últimas 3 décadas, las temperaturas han aumentado en España una media de 1,5 ºC, superando en más de un tercio la media europea de 0,95 ºC. Los sistemas montañosos como los Pirineos también se ven afectados por estas variaciones de temperatura, sin embargo es un hecho que en un entorno de alta montaña, el cambio climático no afecta a todas las regiones por igual, actuando de forma diferente según las distintas zonas geográficas. Y de ello se desprende la necesidad de observar estos cambios en profundidad y a largo plazo.

Un Pirineo más cálido

En este sentido y para analizar esta alteración climática en los Pirineos, un equipo del Centre for Climate Change de la Universidad de Rovira i Virgili ha recopilado los datos de centenares de series climáticas pertenecientes a los observatorios meteorológicos de la vertiente meridional del Pirineo central, y ha analizado las más completas y representativas de la zona desde 1910 hasta 2013.

Los resultados, publicados en la revista International Journal of Climatology, muestran un incremento térmico significativo durante este siglo en el que se ha producido un calentamiento de alrededor de 0,11 ºC por década. “Este calentamiento es especialmente acusado en el período más reciente –entre 1970 y 2013– durante el cual, la temperatura máxima ha aumentado a un ritmo de a 0,57 ºC por década”, señala a SINC Núria Pérez-Zanón, autora principal del estudio.

Según el trabajo, el impacto del cambio climático ha sido mayor durante este último periodo, sobre todo en los meses de primavera y verano. Durante el periodo de 1950 a 2013, el porcentaje de años cálidos se ha duplicado, mientras, el de años fríos se ha reducido a la mitad. La tendencia ha ido en aumento ya que 18 de los últimos 20 años analizados han sido años cálidos.

En el caso de la temperatura mínima el incremento ha sido menor –de 0,23 ºC– por década entre 1970 y 2013, “pero igualmente significativo”, añade Javier Sigró, coautor del trabajo. Por otra parte, tanto en el caso de las máximas diurnas como de las mínimas nocturnas, la estación con mayor contribución al calentamiento reciente es la primavera, constatan los autores.

Respecto de las precipitaciones, aunque las tendencias “no son significativas” se observa una disminución de la precipitación anual en todo el periodo. Esta tendencia negativa ha sido más acusada en invierno durante las 4 últimas décadas.

Los registros más extensos sobre el clima en el Pirineo

“Las series individuales se han sometido a un estricto control de calidad diario y mensual para detectar valores anómalos. También a un ajuste de la homogeneidad de las series de datos para minimizar los sesgos introducidos por cambios de origen no climático, como los de emplazamiento, modificaciones del entorno o del propio instrumental”, indica Pérez-Zanón.

De este modo, los científicos estudiaron tres variables en esta región montañosa, temperatura máxima, temperatura mínima y precipitación. “Estos constituyen los registros más extensos hasta el presente para este área de estudio”, recalca Sigró.

A partir de estas series diarias, ajustadas y de calidad, el equipo ha podido constatar las anomalías regionales anuales y estacionales que han tenido lugar en el Pirineo central durante este último siglo, pudiendo afirmarse que “estas series reflejan una evolución concorde a la deriva climática que se está produciendo en la península Ibérica”, tal y como concluye Pérez-Zanón.

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