Greenpeace estudia en Teruel el futuro de las cuencas mineras sin carbón

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Las máquinas extraen carbón en la mina de Samca en Ariño.| (Foto: Antonio García / Bykofoto).

Las energías renovables, la agroindustria y el turismo de experiencia son las propuestas de la oenegé.

Por Elisa Alegre. Teruel | El Heraldo (España)

La organización ecologista Greenpeace ha elaborado un informe en el que plantea que las energías renovables, la agroindustria y el turismo de experiencias son las posibilidades de desarrollo para la comarca minera de Teruel, ante el escenario del fin de la explotación del carbón.

El 31 de diciembre cerró la última mina de interior de Aragón, ubicada en Ariño, localidad donde todavía se explota una a cielo abierto junto a otra en Estercuel, y ambas con la incertidumbre de si cerrará o no la central térmica de Andorra (Teruel), su principal cliente.

Las comarcas mineras como la de Teruel ven ya cerca un futuro sin carbón y la realidad es que no ven futuro, porque tal y como demuestra el estudio de la organización ecologista, siguen siendo muy dependientes del lignito.

“Si se hubieran hecho estos trabajos desde el principio, quizá la transición ya se hubiera hecho con los fondos que se han invertido”, explica a EFE Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace.

Bajo el título “Más allá del carbón. Alternativas sostenibles para el futuro de las cuencas mineras. Estudio de caso: el desarrollo alternativo de la cuenca minera de Teruel”, el informe es el primero que realiza de manera detallada la ONG sobre una zona minera, apunta Nuño.

En el caso concreto de la cuenca minera turolense, el estudio concluye que, a pesar de los planes de reconversión, casi la mitad del Valor Añadido Bruto de la zona continúa dependiendo de la extracción minera y de la central térmica de Andorra.

El futuro pasaría, según este estudio, por el turismo de experiencias, el sector agroalimentario y sobre todo el desarrollo de energías renovables, para lo que la zona tiene, según Nuño, mucho a su favor, al contar con estructuras de evacuación previas y de grandes redes de transporte de energía.

También destaca el estudio la existencia de recursos energéticos tanto en energía solar como en eólica y en menor medida biomasa.

La organización ecologista ha elegido la cuenca minera turolense como caso de estudio, y piensa que su experiencia puede servir para otras zonas de España, que deberían contar con un plan coordinado por las administraciones, en opinión de Nuño.

Según Greenpeace, la reconversión no ha funcionado porque “se apostó por la monoindustria en el sector de la construcción, en lugar de fomentar las pequeñas y medianas empresas y estudiar las preferencias de trabajo de la población”.

El estudio encargado por la ONG ha sido elaborado por la consultora Abay Analistas Económicos, con la participación del Instituto Sindical del Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO. Se presentó por primera vez en la Cumbre del Clima de Marrakech, en un encuentro de la Organización Internacional de Trabajo con los sindicatos porque están pensado para evaluar las posibilidades de trabajo en la zona.

El desempleo en las minas y los negocios relacionados ha ido en aumento en el último año y el futuro más que incierto de la central térmica de Andorra, después de que Endesa no se plantee de entrada la inversión en las centrales térmicas.

En opinión de Nuño es necesaria una “transición justa y sostenible de todas las cuencas minero eléctricas” y hacer un seguimiento de los fondos públicos que se han dedicado y se dedican a la reconversión.

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