¿De cara al futuro o el futuro en la cara?

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Un joven utiliza gafas con monitor virtual. (Foto: Reuters)

¿De cara al futuro o el futuro en la cara?

Por Simon Bradley | Swissinfo.ch

La tecnología Google Glass (gafas con monitor virtual) no ha irrumpido todavía en el mercado, pero los programadores -incluido un grupo de suizos- se apresuran a construir aplicaciones para sacar ventaja de lo que esperan será “la próxima gran cosa”.

Benoît Golay toma la tapa de la caja blanca y me pasa las gafas de metal con marco futurista y, por un lado, una pantalla electrónica del tamaño de un sello.
“Estoy de acuerdo, se ven un poco Robocop”, sonríe Golay, gerente de desarrollo de negocios del Instituto Icare, un centro cantonal de investigación sin fines de lucro, en Sierre.
Me los pongo cuidadosamente y toco la estructura de plástico. Aparece una pantalla pequeña con las palabras ‘OK Glass’ flotando unos centímetros a la derecha delante de mi cara. Otro toque en el marco o la repetición de las palabras ‘OK Glass’ y obtengo un menú con –por ahora– una lista limitada de opciones como ‘tomar una foto’ u ‘obtener direcciones’.
Google Glass
Google dice que el precio de la licencia, de 1.500 dólares, se reducirá cuando la versión de las gafas salga a la venta al público en general hacia el final de 2014. Es probable que salgan al mercado en Europa en 2015.
El dispositivo debe conectarse a un teléfono móvil para aprovechar su conexión a Internet cuando no exista un vínculo inalámbrico. La pantalla electrónica, del tamaño de un sello, colocada en el lado izquierdo de la montura de los anteojos proporciona información al usuario, que también puede escuchar audios.
En la actualidad, Google Glass puede tomar fotos, grabar videos, acceder al correo electrónico, recibir información, proporcionar indicaciones de ubicación a los conductores, hacer llamadas a través de Google+ y recuperar cierta información a través de Internet.
Google podría enfrentar una serie de competidores de gafas, incluidos Samsung y Microsoft que estarían trabajando en tecnologías similares.
Para activar los anteojos hay que conectarlos a un teléfono inteligente a través de una conexión inalámbrica o Bluetooth.
El dispositivo, al igual que mis propios lentes, es luminoso y la pantalla no parece afectar mi campo de visión. A pesar de todas las preocupaciones, no se siente que se lleve algo extraño, pero no hay nadie alrededor que me vea.
Esta primera versión de Google Glass está principalmente en manos de personas que aplican pruebas en Estados Unidos (EE UU), programadores y el núcleo duro de aficionados a la tecnología.
Icare logró un ejemplo industrial en noviembre pasado, gracias a los contactos en EEUU, y después de pagar los 1.500 dólares (1.300 francos) del precio de la licencia. Su equipo de especialistas explora afanosamente el potencial del nuevo juguete.
El mes pasado, Icare mostró uno de sus dos prototipos de gafas en el Congreso Mundial de Comunicación Móvil de Barcelona: una aplicación que permite al usuario escanear los códigos de barras del embalaje de un producto y obtener información fiable, como el contenido nutricional o si el producto es adecuado para personas con alergias.
La aplicación fue desarrollada en colaboración con GS1, la organización de estándares de la cadena de abastecimiento que gestiona el sistema de códigos de barras utilizadas por más de un millón de empresas en miles de millones de productos en todo el mundo, y la Open Mobile Alliance, punto focal de la industria inalámbrica.
Más sobre el tema:
Google entregó recientemente a los programadores una lista de lo que hay que hacer o no al usar las gafas en público. Entre otros:
“Si usted mira fijamente al prisma durante un largo rato, probablemente verá extraña a la gente que lo rodea. Así que no lea La Guerra y la Paz con las gafas”.
“Las gafas son una pieza de tecnología, entonces úselas con sentido común. El esquí acuático, el rodeo o la arena de luchas con Glass no son probablemente buenas ideas”.
“Si le preocupa que alguien interrumpa la cena romántica en un agradable restaurante con una pregunta sobre las gafas, solamente retírelas y colóquelas alrededor de su cuello o en su bolsa”.
“Permanecer solo en el rincón de una habitación filmando a la gente con sus gafas no le va a ganar ningún amigo”.

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