Por Gerardo Berroa Loo
Director de La Estrella de Panamá
El agua es un recurso vital. Panamá fue bendecida por la naturaleza, dotándola de agua dulce, deliciosa y en abundancia. Pero, ¿qué estamos haciendo con el agua?
Utilizamos millones de galones de agua en los esclusajes por el Canal de Panamá, pero al mismo tiempo, miles de personas están sin agua en los alrededores de la ciudad capital.
Si a ello sumamos que el Idaan es una institución abandonada, la lógica hace pensar que ¡hay gato encerrado! El Gobierno de turno llegó al poder con la promesa de dotar de agua potable a todos los residentes del país, promesa que no cumplirá por largo.
¿Por qué no cumplió el Gobierno? Todo parece indicar que el Idaan se está dejando deteriorar a propósito y que la estrategia es la desidia. Para los panameños es inaudito que un país con tanta agua dulce y buena, sus habitantes no tengan un buen servicio de agua.
Que hasta ahora no hayamos encontrado una fórmula para impedir que los millones de galones de agua que se van al mar por el Canal, terminen en un reservorio de reutilización.
El agua tiene y debe ser un tema fundamental de Estado y el próximo Gobierno está obligado a equipar el Idaan con todo lo necesario para su funcionamiento eficiente.
Que la prioridad, antes que grandes carreteras, sea la reposición de las tuberías que llevan agua a las ciudades, de manera que el vital líquido no se pierda como dicen que pasa hoy. Con el Idaan hoy, algo no cuadra. Por ello, su rescate hay que hacerlo inminente.
