Ponen en marcha un laboratorio para impulsar el arte inmersivo

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El dueto Flaminguettes, integrado por Mara Soler y Daniela Villanueva, dirige y realiza animación, video, instalación y diseño. (Foto tomada de su página web).
  • El género explora las posibilidades narrativas y sensoriales que surgen del uso de herramientas tecnológicas.
  • Participan cinco creadores emergentes.
  • Cuenta con un espacio abierto al público.

Por Mónica Mateos-Vega
Periódico La Jornada (México)

El arte, de la mano de la tecnología, da el siguiente paso para deslumbrar al público con obras que exploran las posibilidades narrativas con nuevas herramientas para percibir y sentir la realidad.

Arte inmersivo se llama el casi recién nacido género que bien podría ser el hijo rebelde del happening, el performance y las videoinstalaciones.

Con el fin de impulsar la creación y experimentación en esa disciplina, la Fundación Bancomer, en colaboración con el Centro de Cultura Digital (CCD), puso en marcha el Laboratorio de Inmersión, proyecto de residencias artísticas en el que participarán cinco jóvenes creadores.

Durante un año, los artistas, de la mano de sus tutores, crearán piezas de realidad aumentada, realidad virtual o realidades mixtas.

Se trata de la primera iniciativa en su tipo en México, respaldada por instancias oficiales en mancuerna con la iniciativa privada, que también incluye la investigación, la formación y la diseminación de las artes inmersivas en el país, dijo Gabriela Velásquez Robinson, directora de Fomento Cultural de la Fundación BBVA Bancomer.

El laboratorio constará de tres etapas: el programa de residencias, un espacio permanente de experiencias inmersivas, en el que podrá participar el público, y un Encuentro de Creadores de Contenidos.

La sede de todas las actividades será el CCD, que se ubica bajo la Estela de Luz, en Chapultepec. Los artistas que harán residencia en Ciudad de México son: Julian Bonequi, Anni Garza Lau, Roberto Cabezas Hernández y el dueto Flaminguettes, integrado por Mara Soler y Daniela Villanueva. Tendrán como mentores a Minerva Hernández, Mónica Nepote, Iván Abreu y Doreen Ríos.

El director del Laboratorio de Inmersión es Ary Ehrenberg, quien explicó que los participantes, desde el arte, explorarán las posibilidades de las herramientas tecnológicas de la realidad virtual (los visores o cascos que primordialmente ofrecen experiencias visuales y auditivas), la realidad aumentada (la visión de un entorno físico sobrepuesto al mundo real a través de un dispositivo tecnológico en tiempo real) y las realidades mixtas (también llamada realidad híbrida, que combina la virtual y la aumentada para crear nuevos espacios en los que se interactúa tanto con objetos como con personas reales o virtuales).

La indagación narrativa y estética de estos medios inmersivos irá de la mano de profesionales de disciplinas como las artes visuales y escénicas, la programación, la animación, la literatura e incluso la ciencia.

El propósito al explorar las posibilidades que nos pueden dar las tecnologías, las cuales son accesibles, es también fomentarlas, difundirlas y brindar un mayor espacio para que el público las conozca; es decir, lo más importante es que esto se pueda democratizar, dijo Ehrenberg.

Esperamos hacer cosas bellas y con contenido narrativo; no es la tecnología lo que importa, sino la interacción con el otro, indagar por qué y para qué hago esto, explicó el artista Roberto Cabezas Hernández, quien también es investigador, fusionista de medios digitales y maestro en tecnología musical, egresado con mención honorífica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Sus líneas de investigación abarcan el diseño por medio de inteligencia artificial aplicada, así como la computación afectiva y la creación algorítmica.

Su propuesta para desarrollar en el laboratorio se titula Tip 3.0, experiencia multisensorial para propiciar la reflexión sobre los estereotipos en torno a las personas con capacidades especiales. La pieza mostrará una abstracción, generada mediante procesos computacionales de las historias de algunas personas, sus memorias, sensaciones o sentimientos.

En la imagen, tomada de su página web, una creación de Julian Bonequi, quien busca retratar un mundo onírico.

Anni Garza Lau, programadora y diseñadora de videojuegos, prepara La búsqueda, pieza en la que explora las posibles relaciones entre el cuerpo en movimiento y la percepción mediada por estímulos digitales. El usuario tendrá la oportunidad de experimentar su cuerpo de forma diferente, de expandir a través de realidad virtual sus capacidades físicas.

Sueños y retos a la percepción

Julian Bonequi se define como artista híbrido; es curador y compositor transmedia, cuya pieza Tulpa es un proyecto de realidad aumentada “que busca retratar un mundo conducido por los sueños. Las imágenes se inspiran en sueños recurrentes, viajes astrales, experiencias lúcidas, visitantes nocturnos, conversaciones y silencios oníricos, así como en un total desconcierto que busca respuestas aún ocultas para la mente.

El propósito es producir un libro que ilustre desde lo profundo del alma voces y conjuros que poco a poco se desvelan junto a la cualidad mágica de los sueños y la peculiar intimidad del entendimiento mientras duermes.

Las Flaminguettes son un dúo creativo de chicas mexicanas que buscan dar vida a proyectos de diversas disciplinas desde un punto de vista más femenino y personal. Dirigen y realizan animación, video, instalación y diseño.

De ellas es La inmortalidad del cangrejo, proyecto en el que se enfocarán en la exploración y alteración de la percepción del cuerpo y los sentidos ante mundos y experiencias virtuales. Nuestro enfoque será retar la percepción del usuario mediante el juego con las texturas del espacio que le rodea.

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